Los beneficios brutos del Banco Popular ascendieron a 9.759 millones de pesetas en 1984
Los beneficios antes de impuestos del Banco Popular en 1984 ascendieron a 9.759 millones de pesetas, frente a los 8.984 millones conseguidos un año antes. Algo más de 3.000 millones de pesetas se destinarán al pago de dividendos con cargo al ejercicio pasado y 4.000 millones se destinarán a incrementar las reservas de la entidad. El resto corresponde a la previsión de pago de impuestos. Durante 1984 el Banco Popular mantuvo la política de reducir su inversión bancaria típica, que descendió en el 6,5% en el conjunto del año.
La cuenta de resultados del Banco Popular presenta un crecimiento de los ingresos financieros del 16,6% situándose en 109.000 millones de pesetas, mientras que los costes financieros suponen 63.908 millones, con un incremento del 18,5%. Los ingresos obtenidos por el cobro de servicios suponen 8.000 millones adicionales, mientras que las provisiones para insolvencias sumaron 7.610 millones de pesetas.Los costes de transformación del Banco Popular superaron los 30.700 millones de pesetas, por lo que el resultado de explotación fue de 14.858 millones de pesetas que, deducidos otros gastos como el saneamiento de la cartera de valores, la cuota al fondo de garantía de depósitos y otras provisiones, fija en 9.759 el beneficio antes de impuestos obtenido durante 1984.
El balance consolidado del grupo cuya matriz es el Banco Popular aumenta de: manera escasa la dimensión del mismo, el 7% en activos totales y el 5,5% en recursos propios, aunque hace crecer por encima del 21% el beneficio neto obtenido durante el pasado año. El grupo del Banco Popular está formado por la propia entidad, el Popular Industrial y Gestora Popular. De ahí la escasa importancia que tienen a la hora e hacer crecer el balance del grupo, aunque en cuenta de resultados ocurra lo contrario.
Menor crecimiento
Durante los dos últimos años y en especial a lo largo de 1984 los responsables del Banco Popular han optado por mantener una posición de liquidez en el sistema financiero, lo que les ha permitido cumplir los nuevos coeficientes sin especiales problemas y les ha llevado aparejado perder posición relativa sobre el volumen de créditos al sector privado, al disminuir su inversión crediticia en una cifra superior a los 22.000 millones de pesetas.
La baja de los tipos de interés que se inició en el segundo semestre del año pasado y su continuación durante el actual obligará al Popular a extremar esta Política, dado que sus ingresos obtenidos en la adquisición de pagarés del Tesoro o en préstamos en el interbancario disminuirán a lo largo de 1985.
El secretario general del Banco Popular, Manuel Martín, estima que durante 1985 la situación general de la economía y de la demanda de crédito no va a variar sustancialmente respecto a 1984 y que la única forma de asegurar el mantenimiento de unos niveles de resultados eficaces pasará por aceptar que las cifras totales de negocio crecerán por debajo de las del último ejercicio e incluso que pueden ser inferiores. Por ello estiman un aumento pequeño de los ingresos financieros, que deberá compensarse con un incremento menor de los costes financieros y de los de transformación.
No obstante, el esfuerzo mayor debe realizarse, en su opinión, en la gestión interna y para ello el objetivo, a conseguir es lograr que disminuyan las cifras de morosos y fallidos del banco a lo largo del ejercicio que acaba de iniciarse.
Una mayor selectividad en la concesión de créditos y dejar de lado totalmente la carrera por aumentar el volumen de recursos ajenos captados a cualquier precio serán las variables fundamentales del año actual.
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