'Alemania año cero', por fin en España
La película que hoy estrena TVE, Alemania año cero, es posiblemente una de las más importantes obras de Roberto Rossellini. Definida como crónica del horror, fue su visión del conflicto moral que sacudió a su país y a la Alemania de posguerra."Lo he repetido no pocas veces: Para mí", decía Rossellini, "el neorrealismo, sobre el que se ha hablado tanto, era simplemente una postura moral. Creo que es preciso tener el valor de ver la verdad, de mirarla de frente como es, sin falsos intelectualismos. En esto, creo yo, consiste mi trabajo".
Apuntalando esta declaración, el estudioso José Luis Guarner afirmaba: "Puede decirse que es aquí donde empieza realmente Alemania año cero. Todo lo que precede, organizado de una manera más bien tradicional, aunque no desprovisto de una gran coherencia, no tiene otro objetivo que el de proporcionar, con la mayor claridad posible, un punto de vista moral sobre un conflicto dramático muy simple: la resonancia de un acto monstruoso en la conciencia de un niño. Resulta evidente entonces la extraordinaria divergencia entre Alemania año cero y las películas sobre la infancia abandonada que estamos acostumbrados a ver".
Apocalipsis
El primer plano del filme, una avenida en ruinas, era "la constatación de un apocalipsis". A partir de ese momento las ruinas de los edificios se confunden con las de sus habitantes, especialmente Edmund, el adolescente a quien convencen de que sólo los hombres fuertes tienen derecho a la vida, justamente a él, cuyo padre es una boca inútil en el seno de una faniilia arruinada. Reportaje lírico, según Sadoul, contiene algunos de los momentos más bellos del cine del autor y, muy especialmente, la última secuencia, tan imprevisible como injustificada.El ahogo que produce en el espectador no es, sin embargo, superior al que previamente se ha ido expresando en las diversas secuencias y personajes que dan vida a la película: Las colas ante las tiendas de comestibles, las transacciones del mercado negro, el encuentro con el antiguo profesor de aspecto equívoco que emplea a los niños como vendedores para entregarlos luego a los homosexuales, el niño que vende jamón en el metro y se lo roba a su compradora, los ladronzuelos de patatas del tren de mercancías..., circunstancias que han obligado a Edmund a transformarse prematuramente en adulto.
Respecto a la posible precipitación del trágico y brutal desenlace el propio Rossellini opinó: "En la formación de las civilizaciones han intervenido la elocuencia, todos los medios de seducción, etcétera, hasta llegar a este siglo, en el que la propaganda tiene una importancia gigantesca, y creo que se hace realmente necesario devolver la libertad al espectador. Lo importante es suministrarle las informaciones para que él pueda sacar su propia moral y no imponérsela nosotros. Yo huyo tanto de la propaganda..."
El filme, realizado en 1947, tuvo un éxito relativo, lo que, según el historiador francés Georges Sadoul, orientó a Rossellini por búsquedas nuevas. Sin embargo, queda hoy como una de sus mas importantes aportaciones a la historia del neorrealismo, que, por otra parte, ha sido uno de los movimientos más significativos de la cinematografía mundial.
Su dureza, su amargura, su lucidez, afectaron el ánimo de los espectadores, incluido el de los censores españoles que prohibieron radicalmente su exhibición en España. Esporádicamente contemplada en algunas sesiones minoritarias en círculos estudiantiles, es ahora cuando Alemania año cero llega realmente a las pantallas españolas, al gran público, dentro del ciclo que TVE está dedicando al desparecido cineasta.
Alemania año cero se emite hoy a las 22.20 horas por TVE-2.
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