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Primera visita a Marruecos de un ministro del actual régimen mauritano

El ministro mauritano del Interior, teniente coronel Vibril Uld Abdala, llegó a Casablanca el viernes por la noche con un mensaje del jefe del Estado mauritano, coronel Mauya Sid Ahmed Uld Taya, para el rey Hassan II. Se trata de la primera visita oficial que efectúa a Marruecos un dirigente mauritano desde el golpe palaciego del 12 de diciembre de 1984, que provocó la destitución del anterior jefe del Estado, Juna Uid Jaidala.A su llegada al aeropuerto de Casablanca, desde donde debió proseguir hacia Marrakech, residencia actual del rey Hassan II, el ministro mauritano dijo que su país confía en la construcción del gran Magreb y que, por eso, "tendemos la mano a nuestros hermanos del norte de África para que juntos lo construyamos".

Éste es el primer indicio concreto y público de acercamiento del nuevo régimen mauritano a Marruecos después del golpe de diciembre. La visita estuvo precedida por contactos discretos entre Rabat y Nuakchott. Lógicamente, el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos Estados debe seguir en breve. En todo caso, en los medios políticos de Rabat se habla ya de Rashid Jataui, actual jefe de gabinete del primer ministro, Mohamed Karim Lamrni, como probable futuro embajador marroquí en Mauritania.

El ministro mauritano declaró ayer que su país es favorable a la celebración de una cumbre magrebí, y precisó que su visita a Marrakech se inscribe en el marco "de los contactos que el nuevo régimen mauritano intenta establecer con todos sus hermanos del norte de África".

De hecho, Mauritania, que estuvo durante todo el mandato de Jaidala volcada demasiado unilateralmente hacia Argelia, según los marroquíes, parece volver al espíritu y a la letra de los acuerdos de Taef, firmados en esa ciudad saudí entre Mauritania y Marruecos hace tres años, y en virtud de los cuales Mauritania se comprometía a mantener una estricta neutralidad en el conflicto del Sáhara.

Este signo de acercamiento a Marruecos de Mauritania coincide con los intensos contactos que se realizan actualmente para lograr alguna suerte de cumbre magrebí que permita al menos poner un freno a la creciente tensión entre Argelia y Marruecos, ya que un entendimiento para una solución del conflicto parece a los observadores políticos en Rabat como realmente lejano.

Mauritania, en cuyas fronteras con el Sáhara tiene bases el Frente Polisario, teme siempre que Marruecos pueda hacerle objeto de acciones de represalia. Para evitarlo, Nuakchott busca garantías de defensa en Francia, además de los contactos iniciados con Rabat.

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