Demasiado fácil para exportar

Con la entrada en el Mercado Común a la vuelta de la esquina, y ante la previsible invasión de moda francesa e italiana en cuanto bajen los aranceles de aduanas, muchos fabricantes españoles de confección y prêt-à-porter se han dado cuenta de que la exportación será la única alternativa para garantizar su futuro a largo plazo.Si España ha podido competir hasta ahora en precios, hoy en día resulta imposible, dado que la mano de obra ya es demasiado cara. Su alternativa está en la calidad y el diseño. Pero colocar una mercancía fuera de las fronteras implica toda una serie de trámites y procesos, como estudios de mercado, asistencia a ferias internacionales, elaboración de una red de distribución, además de informes bancarios de posibles clientes, contactos en aduanas, aspectos todos ellos difíciles de cubrir por muchas empresas.

Cobro por adelantado

No cabe duda de que la labor del Instituto Nacional para el Fomento a la Exportación (INFE) ofrece ayuda a las empresas exportadoras a la hora de programar, coordinar y ejecutar acciones y estrategias de promoción en el extranjero. Cuenta con medios propios, además de la colaboración de las oficinas comerciales de España en el extranjero y las direcciones territoriales y provinciales de Economía y Comercio.

A pesar de estas ayudas y servicios, muchas firmas carecen de la infraestructura necesaria para realizar individualmente una acción en el exterior. En vista de este vacío, recientemente (julio de 1984) se constituyó Spain Trading, SA, empresa privada que agrupa a varias firmas del sector y que actúa como agente comercial o intermediario entre las firmas y los compradores extranjeros. En síntesis, el sistema consiste en que el fabricante ven de su producto (previo pedido) directamente a Spain Trading, SA, y cobra el dinero acordado.

Toda la burocracia de aduanas, transportes, etcétera (el inconveniente puede ser que no se sabe a quién se ha vendido) corre a cargo de Spain Trading, SA También se ocupa de buscar fabricantes para hacer la producción de los diseñadores que no tienen capacidad propia. Su joven director, Felipe Montalbán, que ha sido director de exportación de una empresa de bolsos y zapatos, parece poseer el entusiasmo y la capacidad necesarios para llevar el proyecto adelante.

El grupo, que está pendiente de la del INFE para considerarlo un consorcio y así recibir un apoyo financiero más amplio sí cuenta con el apoyo de la directora del sector de moda y diseño del INFE, María Teresa Armijo, quien opina que "si funciona, los fabricantes podrán utilizar una red de distribución común bajando así los costes", y encuentra muy positivo el hecho de "unir diseñadores de mucha imagen con fabricantes serios para dar a conocer la creación española fuera".

Los socios-accionistas, en su mayoría, son los propios fabricantes de confección, además de varios creadores, cada uno vinculado a un campo distinto para evitar competitividad entre los mismos (piel, lencería, punto, calzado, joyas, ropa para niños, etcétera). De momento tiene distribuidores en Puerto Rico, Bruselas, París y agentes comerciales en Florida y Tokio, y está en trámites para abrir filial en Dusseldorf.

Sus planes inmediatos incluyen asistir al SEHM, con Antonio Miró; Interfex, de Tokio; Salón de Prt-á-Porter, de París; Mode Woche, de Múnich, y el Iguedo, de Dusseldorf, siempre buscando mejores pabellones, además de efectuar promociones de publicidad en revistas extranjeras. Su sede, de 500 metros cuadrados, en la madrileña calle del Conde de Aranda, respira un aire de la vieja Europa, pensando en impresionar sobre todo a los compradores norteamericanos; cuenta con un showroom donde habrá una exposición permanente de todos los artículos de los socios.