Los comerciantes de Pontevedra piden el cese de Barrionuevo, tras el asesinato de un joyero

El asesinato de un joyero en la tarde del viernes ha vuelto a poner sobre el tapete el debate sobre la inseguridad ciudadana en Vigo. Las primeras reacciones de comerciantes y empresarios, además de la repulsa y la Indignación lógicas, plantean la exigencia de cese del ministro del Interior y la dimisión del gobernador civil de Pontevedra, Virginio Fuentes.

Los comercios de la zona de As Travesas, donde se halla la joyería atracada, cerraron ayer sus puertas, y el gremio de joyeros ha anunciado para mañana un cierre de sus establecimientos durante 24 horas. Asimismo, la Federación de Comercio convoca también un cierre generalizado del sector en toda la provincia de Pontevedra, entre las 11.30 horas a las dos de la tarde. El entierro del joyero asesinado se efectuó ayer tarde en la localidad de Mondariz.La Federación de Comercio de Pontevedra, en reunión celebrada ayer, acordó pedir el cese del ministro del Interior, al tiempo que exigió "la adopción de las medidas extraordinarias para la erradicación de la delincuencia que está aplicando el ministerio en Madrid y Barcelona". Paralelamente solicita la dimisión del gobernador civil, "por su manifiesta falta de eficacia en la lucha contra la delincuencia, a pesar de ser informado de la situación por comerciantes y empresarios en reiteradas ocasiones".

La Confederación Empresarial decidió asimismo enviar un escrito al Ministerio del Interior exigiendo las más enérgicas medidas para atajar la delincuencia en la provincia de Pontevedra que, en opinión de los empresarios, registra uno de los índices más altos de España.

El atraco a la joyería Las Traviesas fue perpetrado a las 18.30 horas del viernes, por tres jóvenes que previamente habían robado un turismo. El propietario del comercio intentó hacer frente a los atracadores, momento en el que tino de ellos le disparó a quemarropa con una pistola, hiriéndole mortalmente. José María Reboreda Mariño, de 48 años, ingresó cadáver en el centro médico a donde fue trasladado poco después. Los tres presuntos autores del atraco fueron detenidos por la policía hora y media más tarde, tras haberse refugiado en unos trasteros de la calle de Bueu.

Uno de los detenidos, Alfonso Lorenzo Álvarez se había inyectado después del atraco una dosis de heroína, por lo que fue trasladado, tras la detención, a una clínica. Ayer fue dado de alta y quedó de nuevo en poder de la policía.