La policía surcoreana
bloqueó ayer la residencia en Seúl del líder de la oposición Kim Young-Sam, de 57 años, con el fin de impedir que interviniera en un mítin político. Cerca de 150 agentes mantuvieron rodeada la vivienda durante casi tres horas, y cerraron todos los accesos y salidas. El cerco policial fue levantado después de que el dirigente político prometió no abandonar su casa.-
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete_