La deontología médica

Para el señor Ramiro Rivera, que ahora nos amenaza con "una situación de enfrentamiento absolutamente radical con la Administración", la deontología es patrimonio de los sectores médicos conservadores, asignándose la capacidad de anatematizar a quienes entienden la profesión médica como un servicio de salud pública a los ciudadanos.Viene esto al caso por la información aparecida en ese diario el pasado 18 de diciembre, que atribuía a la comisión central de deontología del Consejo General de Colegios de Médicos, presidido por el antes citado doctor Rivera, un dictamen en el que se calificaba a la vasectomía y la ligadura de trompas como "grave mutilación", "desprecio a la calidad biológica y personal de quien la sufre", etcétera.

Estoy de acuerdo en que exista un derecho a la objeción, para salvaguardar la conciencia de quienes no crean justificadas dichas intervenciones, del mismo modo que defiendo la objeción o cláusula de conciencia del maestro o periodista que no comparte la ideología de quien -lo contrata, o la del ciudadano llamado a filas que detesta el uso de las armas; pero me parece una hipocresía vergonzante que esta actitud emane, precisamente, de los sectores médicos que, por su oposición sistemática a cualquier tipo de reforma sanitaria, defienden un modelo de sanidad privada y clasista y, por tanto, mantienen un total y absoluto desprecio a la "calidad biológica y personal" de los desposeídos, a quienes convierten en pacientes libres, a cambio de unos honorarios casi siempre desmedidos.

La libertad de objeción propia no puede argumentarse en la descalificación de quienes optan, en más de un caso dolorosamente, por su esterilización voluntaria, o de aquellos médicos que, y a sea por motivos también éticos o científicos, se prestan a las citadas prácticas, y más, si cabe, cuando, aun considerándome ignorante en la materia, me parece dudosamente defendible que sea 'sañudo vasectomizar y angélico circuncidar, práctica de mutilación habitual con varones en edad temprana y, por consiguiente, con nula o incipiente capacidad de decisión personal-

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