Vallada la línea férrea en l'Hospitalet al día siguiente del último accidente mortal

El trazado de la línea de los Ferrocarriles de la Generalitat a su paso por l'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) empezó ayer a ser vallado, y los pasos a nivel a ser dotados de guardabarreras, menos de 24 horas después de que un tren arrollara el automóvil de Salvador Molina Rovira, de 48 años de edad, quien resultó muerto en el paso a nivel de la calle Amadeu Torner. Las barreras llevaban tres días inutilizadas sin que nadie procediera a repararlas.

Según un compromiso firmado en 1983 entre el Ayuntamiento y aquella compañía ferroviaria, todas las instalaciones de seguridad en esta zona debían haber sido renovadas hace más de ocho meses. Al parecer, este retraso se debe al incumplimiento por parte de la empresa Dimetronic, SA, de los plazos contratados para llevar a cabo la interconexión de todas las barreras de la línea a su paso por esta ciudad. Desde el primer momento se concentraron en el lugar del accidente muchos vecinos del barrio de Santa Eulalia, quienes colocaron sobre las vías barricadas, a las que pegaron fuego posteriormente. A media tarde del mismo lunes unos 200 vecinos consiguieron levantar unos 30 metros del trazado ferroviario sin que pudiera impedirlo la dotación de la policía autonómica allí presente.

Por la noche, la Asociación de Vecinos y el director de explotación de los ferrocarriles llegaron a un acuerdo por el que se vallará el trazado entre la calle Amadeu Torner y las vías de Renfe y se colocará un guardabarrera en cada uno de los tres pasos a nivel del barrio. La próxima semana la empresa comunicará la fecha exacta del cambio de los mecanismos de las barreras.