Conductas extrañas o inusuales

Los peritajes psiquiátricos los decide la autoridad judicial por decisión propia o a instancia de alguna de las partes. En el Derecho Penal, siempre que la conducta antijurídica resulta "altamente extraña o inusual", según calificación de un conocido especialista, la Justicia desea conocer el estado mental del inculpado para valorar la vertiente subjetiva del hecho delictivo, es decir, la intencionalidad.Las condiciones que debe requerir un peritaje psiquiátrico son: experiencia clínica, conocimientos jurídicos, honestidad y gran ecuanimidad. El perito debe controlar al máximo las contratransferencias, es decir, no puede dejarse llevar por reacciones de simpatía o antipatía hacia el paciente a fin de mantener la máxima objetividad con la cual informar al juez.

Todo dictamen psiquiátrico incluye una reconstrucción de la biografía del paciente, un estudio de la inteligencia y de los rasgos de personalidad, pruebas proyectivas, electroencefalogramas y pruebas biológicas. Es imprescindible tranquilizar al paciente dejando muy claro que no se le va a acusar ni a defender, a fin de conseguir su colaboración.

El peritaje psiquiátrico intenta determinar la imputabilidad o no de unos hechos. En cualquier caso, el informe no es vinculante para el juez, pero puede ser decisivo en el juicio oral. A pesar de que han coincidido varios casos periodísticamente relevantes, los peritajes no son una moda reciente. El último dictamen que ha trascendido a los medios de comunicación fue el efectuado a Ángel Emilio Mayayo, presunto asesino de María Teresa Mestre, a quien se consideró un paciente con "una enajenación mental incompleta, que podría ser considerada como atenuante cuando sea juzgado".

La precariedad de medios de las clínicas forenses españolas, así como la inexistencia de especialidades en las mismas, obliga a que los psiquiatras-forenses que realizan los peritajes deban recurrir a medios de otras instituciones, lo que con frecuencia retrasa varios meses la finalización de los informes.