El campesino secuestrado por 'el Vaquilla' quiere demandar al Estado

Luis Lapaz, el campesino secuestrado por Juan Moreno Cuenca, el Vaquilla, y otros cinco presos fugados de la cárcel de Lérida, ha anunciado la presentación de una demanda contra el Estado. Lapaz reclama una compensación económica por los daños morales y fisicos ocasionados por la policía el 12 de diciembre pasado, en el transcurso de la detención de los evadidos, al ser confundido con uno de los reclusos.

El rehén se personará también como perjudicado en la causa penal que se instruya contra El Vaquilla y los otros reclusos por la fuga de Lérida, según informó ayer su abogado, Victor Sen Samaranch.Luis Lapaz se encontraba, en la mañana del 12 de diciembre pasado, trabajando en el campo en el termino municipal de El Pla de Santa Maria (Alt Camp), junto con su hijo, cuando fue abordado por los evadidos, quienes le pidieron ayuda, alegando que el automóvil en que viajaban había tenido una avería. El campesino los acompañó en su propio coche hasta un lugar cercano que se encontraba solitario, donde le obligaron a colocarse en el interior del portamaletas.

Una hora más tarde la policía localizó en las cercanías de Barcelona, en la autopista de Martorell, el coche con los fugados, iniciándose de esta manera un operativo que finalizó cerca de la plaza de Francesc Maciá, donde los huidos fueron detenidos por las Fuerzas de Orden Público.

Luis Lapaz, salió despedido cuando el vehículo colisionó con uno de la policía. En ese instante uno de los inspectores le obligó a arrojarse al suelo, conminándole con una pistola. Posteriormente fue esposado y trasladado a dos comisarías de Barcelona, donde a pesar de sus alegaciones le trataron como si fuera uno de los fugados, hasta que pudo ser identificado.

Lapaz asegura que la policía le dio un trato "lamentable" e "inhumano", a pesar de sus reiteradas protestas e intentos de identificarse. Lapaz mostró también su preocupación por el estado en que ha quedado su coche después de que fuera utilizado por los evadidos. El vehículo permanece inmovilizado en un depósito municipal de Barcelona. Lapaz afirma que este coche le es imprescindible para poder trabajar en el campo, pero que no dispone del dinero suficiente para pagar la reparación.