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Irak intensifica sus ataques contra petroleros en el golfo Pérsico

Con siete ataques aéreos contra buques petroleros anunciados en tan sólo una semana, Irak pretende nuevamente asfixiar económicamente a Irán cuando justamente las compañías petroleras, alentadas por un mes y medio de tregua, se atrevían otra vez a enviar a sus barcos a cargar crudo en la terminal iraní de la isla de Jarq."El bloqueo de Jarq ha reducido a la mitad las exportaciones de petróleo de Irán", afirmaba esta semana en la revista árabe editada en París Kol al Arab el ministro iraquí de Petróleo, Kassem Ahmed Taki, y su presidente, Sadam Husein, aseguraba poco antes que esta medida militar "merma la capacidad de decisión de los dirigentes de Teherán". "En definitiva", añadía, "les debilita".

La isla de Jarq, en pleno golfo Pérsico, es la principal terminal de exportación de los crudos iraníes, cuyos ingresos financian, aproximadamente, algo más de la mitad del presupuesto nacional de 42.000 millones de dólares (7 billones de pesetas), la tercera parte de la cual está, según la agencia de Prensa oficial iraní Irna, dedicado al esfuerzo de guerra contra Irak.

Reanudada a principios de mes, tras seis semanas de interrupción, la creciente actividad de la aviación iraquí contra objetivos navales se produce justamente cuando, confiada por la tregua y alentada por la disminución de las cuotas del seguro decidida por Lloyds y las rebajas ofrecidas por Irán a los clientes de su crudo, la navegación se normalizaba en aguas de Jarq.

La tranquilidad que reinó en torno a Jarq en noviembre incitó a la asociación de las compañías de seguros londinenses (Lloyds) a reducir la prima, pero tras lo sucedido este mes acaba de revisarla en sentido alcista.

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Descuentos sistemáticos de entre 2 y 3 dólares por barril por debajo del precio de 29 dólares fijado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) fueron, por último, ofrecidos desde principios del otoño a los compradores de crudos iraníes, cuyos buques cargaban en la zona de exclusión decretada por Bagdad, y gracias a la política de saldos la producción de petróleo se situó en 1,75 millones de barriles al día -650.000 menos que la cantidad fijada por la OPEP- Los dos tercios son destinados a la exportación, principalmente a Japón.

Aunque las rebajas ahora concedidas resten eficacia a la operación iraquí de asfixia económica, los expertos opinan que los ingresos del Estado islámico iraní procedentes del petróleo se situarán durante el actual año fiscal un 15% por debajo de las previsiones pesimistas de Teherán.

La carencia de divisas y la nacionalización del comercio exterior, vigente desde abril, han originado ya una disminución de las compras en el extranjero de por lo menos un 5%, mientras el racionamiento de productos tan elementales como la carne es cada vez más estricto y el mercado negro paralelo tiende a extenderse.

Irán adquiere una parte importante de su material bélico en el mercado negro internacional, donde siempre se negocia en divisas y generalmente, al contado.

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