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Hacia el final de la especulación bancaria

Aunque el perfil de la semana bursátil ha resultado ligeramente alcista, lo cierto es que los observadores esperaban un mayor tirón en estas últimas sesiones del año, que muestran cierta desgana por mantener las actuales posiciones.La razón de este cansancio, por una parte, deriva de los ajustes de los grandes inversores, que buscan la obtención de minusvalías en sus carteras ante la finalización del ejercicio. Esos movimientos se han observado especialmente en los valores industriales de segunda fila (los denominados chicharrillos), que vienen presentando caprichosas subidas y bajadas, en función de ese mecanismo. Hasta aquí, nada nuevo, ya que todos los años se registra la misma táctica en este época.

Pero aparte de estas distorsiones, estos movimientos han alcanzado también a algunos bancos, entidades cuyo comportamiento se ha modificado profundamente desde la semana anterior. Gran parte del dinero especulativo que había entrado en el sector al calor de la recuperación del Hispano Americano consideró que había llegado el momento de abandonar las posiciones. El resultado, previsible, es que esta entidad pasó, sin solución de continuidad, de cosechar saldos compradores por cientos de miles de títulos a una situación inversa.

Las otras grandes entidades también se han visto envueltas en este cambio de tendencia. Los analistas consideran que. las rentabilidades ofrecidas por los bancos son considerablemente inferiores a las que presentan otro tipo de sociedades. Eso constituye un argumento disuasorio para los inversores.

Y el criterio de rentabilidad se impone cada vez en la bolsa. Por eso se acepta generalmente que los valores eléctricos, que aseguran rentabilidades en torno al 17%, tienen aún bastante que decir en los primeros meses del próximo año. Justo todo lo contrario ocurre con los valores bancarios, que ofrecen un 6%.

Las eléctricas, además, han terminado su proceso de intercambios de activos y reparto de mercados. Aunque también en este sector comenzarán a imponerse los criterios de selectividad de valores, que ya se observan en el corro bancario.

Los analistas consideran, sin embargo, que los valores del sector de la alimentación y químico se pueden convertir en motores del mercado durante las primeras semanas de 1985. Los planes oficiales sobre reordenación, en el primero de los casos, comenzarán a discutirse inminentemente; alimentación, por su lado, está gozando de los favores de la inversión extranjera.

Los análisis técnicos indican, en todo caso, que la bolsa puede ganar en torno al 15% en los próximos tres meses, una vez que haya terminado el oscilante final del presente ejercicio.

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