Mejoran la liquidez y la inversión de las empresas

La CEOE anunció ayer que, según su encuesta entre 2.000 empresas, ha mejorado de forma apreciable la liquidez y la inversión durante el tercer trimestre de 1984. Al reconocer ambos fenómenos, por primera vez en los últimos años, la patronal precisó que no deben interpretarse por ahora como un aumento de la rentabilidad, e insistió en que para el conjunto del ejercicio caerán la inversión (un 3%) y el consumo privado (cerca del 1%).

Los portavoces de la CEOE que difundieron ayer los resultados de su última encuesta financiera trimestral consideraron parcial y política la utilización que hizo recientemente el presidente del Gobierno, Felipe González, de los datos que le anticipó el Banco de España sobre los balances de las empresas en 1983. Según José Folgado, si se descuentan las regularizaciones de activos, los beneficios no mejoraron nada, aunque ya hay indicios de que en 1984 se registrará una inflexión, debido fundamentalmente a que el crecimiento real del 16%-17% en las exportaciones ha elevado la liquidez y el saneamiento financiero.Enrique de la Lama recordó que todavía el mercado de capitales es más estrecho, pues en 1973 era atendido en un 65% por las entidades de crédito y en un 35% por otras formas de financiación, mientras que en 1983 los primeros absorben el 90% y el testo sólo un 10%. Pero la mayor autofinanciación, disminuye el problema: en 1984 el crédito interno habrá aumentado un 3,5%, contra un 13% en el valor añadido por la producción.

Tras reconocer que los tipos de interés han bajado en los últimos meses, Folgado expresó el temor de que la política presupuestaria sea incompatible con la continuidad de este fenómeno.

La encuesta de CEOE, considera por esta organización "no tan amplia, pero más representativa que la del Banco de España", ha detectado al 30 de septiembre último menor porcentaje de empresas que utilizan recursos ajenos (sobre todo a corto plazo), reducción y mayor uniformidad del coste del dinero ofrecido por las entidades privadas (todavía entre 4 y 6 puntos de promedio por encima de la inflación), descenso en el número de número de días y de empresas que aplazan pagos, aumento nominal 20% sobre el año anterior en las inversiones por empleado (dirigidas, sobre todo, a mejora técnica y reposición de equipos, pues las realizadas para mantener existencías han caído).