María del Carmen Martínez-Bordiú

María del Carmen Martínez-Bordiú parece haber alcanzado, a los 33 años, un rostro que es una cierta imagen de la felicidad. La nieta mayor de Franco, que contrajo matrimonio civil con el anticuario Jean-Marie Rossi, espera un hijo de éste. Diez años antes, esta mujer, la preferida de su abuela Carmen Polo, era una joven adusta, convertida en duquesa tras su matrimonio con Alfonso de Borbón Dampierre, hijo del infante don Jaime y nieto del rey Alfonso XIII, con quien tuvo dos hijos: Francisco -muerto en un trágico accidente de carretera en un coche que conducía su padre- y Luis Alfonso. Su boda con Alfonso de Borbón, celebrada el 8 de marzo de 1972, fue un acontecimiento cortesano, un deseo de los Franco por emparentar con un Borbón. Aquel matrimonio, que presidió el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, fue interpretado por algunos incluso como una maquiavélica tentación de alterar la sucesión del general.

María del Carmen Martínez-Bordiú puso fin a esta interpretación. En 1979, se marchó a París para vivir con Jean-Marie Rossi, un anticuario maduro y divorciado. Fue ésta una decisión tan poco convencional en una joven -que parecía haber aceptado este matrimonio y que había sacrificado a su primer novio, Jaime Rivera, para llevarlo a cabo- que María del Carmen se convirtió en la piedra de escándalo de una sociedad, como la española, que acababa de estrenar Constitución y aún no había estrenado divorcio. Porque la escapada de Carmen, su decisión de irse a vivir a París, mereció una segunda lectura más allá de sus intimas razones.Parecía claro que, ante todo, María del Carmen Martínez-Bordiú sólo pretendía unirse a su nueva pareja, sin importarle el precio a pagar. No se esperaba la opinión pública que esta mujer, educada en las teresianas del instituto Veritas de Somosaguas, la nieta preferida del fallecido dictador, luchara de esta manera por su amor. Pero fue precisamente ella la que demostró con su conducta que no todo puede atarse; que ella también necesitaba el divorcio, una solución que su abuelo detestaba.

Ahora, María del Carmen Martínez-Bordiú se encuentra embarazada de tres meses, según íHolal, o cuatro según La Revista, que hasta a esa aritmética biológica ha llegado la guerra de las revistas del corazón. Aunque no hace falta hilar tan fino para deducir que la nieta mayor de Franco ha roto todos los tabúes que cercenaban a una chica bien, y a María del Carmen se le nota el embarazo en su cata de gozo en la portada de ¡Hola!

Un embarazo que, junto a su boda civil y secreta con Rossi, celebrada en un juzgado el 12 de diciembre, acapara esta semana portadas de Prensa. ¡Hola! publica unas declaraciones de María del Carmen, ya casada y de paso por Madrid, en las que asegura que está muy feliz y muy ilusionada, y que su hijo nacerá en junio, aunque el embarazo no ha sido la causa directa de su matrimonio, ya que era una decisión aplazada por los desgraciados sucesos que han afectado a la pareja este año, en que cada uno ha perdido a un hijo de sus matrimonios anteriores.

Jaime Peñafiel, director de La Revista, asegura, por otra parte, que la pareja no se casó en París, sino en Nueva York; que han estado de luna de miel hasta ayer, y que, siguiendo la línea que ha caracterizado a María del Carmen de "defender su vida privada", no ha concedido entrevistas ni ha hecho declaraciones. En La Revista, el duque de Cádiz -que torpedeó legalmente la obtención del divorcio por parte de su ex mujer por considerarlo un procedimiento propio de horteras y declararse partidario de la anulación- afirma que la boda de su ex esposa no le concierne y que no desea comentarla. Pero en Lecturas se lee que el duque de Cádiz conoció la noticia en comunicación telefónica de la propia María del Carmen y que respondió: "Me parece bien. Ya lo teníais previsto. Creo que ya era hora". Luis Alfonso, según Lecturas y Semana, reaccionó de esta manera: "Pues vaya una novedad... Mamá, ¿estaremos estas Navidades juntos?".