Sin datos sobre los autores del atentado contra el oleoducto Rota-Zaragoza

La policía española investiga actualmente las características y el método usado en los atentados con explosivos contra el oleoducto Rota-Zaragoza, que es utilizado por las fuerzas armadas estadounidenses asentadas en España. La policía carece de datos concretos, hasta el momento, sobre los autores de las explosiones. Por su parte, la embajada norteamericana en Madrid espera los informes del Ministerio del Interior y de Campsa (empresa que administra el oleoducto) para conocer los detalles del supuesto atentado.Ningún grupo u organización había reivindicado ayer la autoría de las tres explosiones, al parecer realizadas con bombas que contenían Goma 2 y activadas mediante sistemas de relojería. Las pérdidas ocasionadas son de escasa importancia, según el gobernador civil de Zaragoza, Ángel Luis Serrano, aunque fuentes gubernamentales afirmaron ayer que las explosiones pudieron afectar gravemente al oleoducto, ya que las cargas estaban colocadas en lugares estratégicos. Parte de las averías quedaron ayer mismo subsanadas y se espera que el normal funcionamiento del oleoducto sea pleno en las próximas horas.

La primera bomba hizo explosión sobre las 6.25 horas del martes en Cabolafuente (Zaragoia), localidad de 130 habitantes próxima a Ariza; algunos vecinos observaron desde lejos la gran llamarada que ocasionó la explosión, y dos dotaciones de bomberos de Calatayud acudieron al lugar a sofocar el incendio que calcinó algunas hectáreas próximas al oleoducto. Un segundo artefacto fue localizado en Cetina (Zaragoza) y desactivado por artificieros de la Guardia Civil sin que llegara a estallar. La segunda explosión ocurrió sobre las 15.30 horas en un punto entre Bujaraloz y La Almolda, en Los Monegros, a unos dos kilómetros de la carretera principal de estas poblaciones.

Las cargas fueron colocadas sobre la superficie del oleoducto, para lo cual sus autores tuvieron que forzar la entrada de las casetas exteriores y penetrar en las arquetas que protegen las válvulas de seccionamiento. La explosión produjo un gran socavón de unos ocho metros. La última explosión tuvo lugar a las cinco de la tarde cerca de Valfarta (Huesca), y fue la de menor consideración.