Moratoria nuclear definitiva y disolución de las cámaras agrarias
La comisión de política económica del XXX Congreso del PSOE, cuyos debates se desarrollaron a puerta cerrada, acordó dar carácter definitivo a la actual moratoria nuclear e iniciar una pronta disolución de las cámaras agrarias. Estas fueron las dos únicas enmiendas incluidas la ponencia económica, según fuentes del PSOE.La propuesta en favor de consolidar la actual moratoria nuclear ratifica que la energía de origen nuclear tendrá un carácter de "mera complementariedad". El principio estaba recogido en el programa electoral socialista, que fijaba para la potencia nuclear instalada un techo de 7.500 megavatios en el horizonte de 1990.
Según el texto de enmienda, que desarrolla en este sentido el programa electoral, "el tamaño del parque de centrales nucleares diseñado por el Plan Energético Nacional (PEN) cubre las necesidades de energía de este origen, no sólo si se mantienen las previsiones de demanda energética del PEN, sino también si se desbordan éstas". Para tal hipótesis, frente a lo que parecen esperar los sectores eléctricos y de bienes de equipo, los socialistas proponen acudir al carbón y a los recursos hidroeléctricos pendientes.
Después de considerar un derroche innecesario la continuación de las inversiones, incluso soterrada, la enmienda insta al Gobierno para que garantice la paralización inmediata de las centrales en moratoria y pide la revisión de la ley del Consejo de Seguridad Nuclear, en aras de su independencia y capacidad de control. Aunque el texto no las cita, son cinco las centrales paralizadas: Lemóniz I y II, Valdecaballeros I y II y Trillo II.
La enmienda sobre cámaras agrarias va más allá del programa electoral, que se limitaba a prometer la revisión de su funcionamiento" y anunciaba "criterios estrictamente democráticos para definir la representatividad de las organizaciones agrarias". Para potenciar dichas organizaciones, y cuando el Gobierno se disponía a aprobar una ley de cámaras, después de haber fijado plazos más perentorios en la campaña electoral, el PSOE cree que se "debe comenzar con la pronta disolución de las cámaras agrarias, reducto verticalista que imposibilita el desarrollo de las organizaciones democráticas de agricultores".
