Desaparecen en Italia más de 100 de los 420 mafiosos buscados por la policía
Más de un centenar de los 420 mafiosos italianos objeto de órdenes de busca y captura por parte de los jueces de Turín ha faltado a la cita. Nadie sabe dónde están, y los jueces, lógicamente, no han hecho públicos sus nombres. Pero, a la vista de las numerosas detenciones que se han practicado ya, queda clara una cosa: que tenía razón Massimo Buscetta, el gran arrepentido, cuando, en sus famosas confesiones, afirmaba que existe una sola cúpula dirigente mafiosa-criminal que decide y organiza las tres grandes de la delincuencia organizada: la Mafia siciliana, la Camorra napolitana y la Ndrangheta calabresa.
De hecho, en la última gran redada hay personajes de los tres grupos, que se han repartido así el terreno: la Mafia, sobre todo los cataneses, controla desde el norte el tráfico de heroína; la Camorra, desde Roma, la distribución de la droga; y la Ndrangheta los secuestros de personas, desde Florencia.Por otro lado, la operación policial ordenada por los jueces de Turín ha confirmado otra de las hipótesis que existían sobre el poder mafioso: que goza de apoyos y connivencias muy sólidas en los centros del poder para el control ilegal de un imponente mundo económico.
Jueces y magnates
Gracias a las declaraciones de Massimo Buscetta empezaron por primera vez a ir a la cárcel personajes del mundo político como el ex alcalde democristiano de Palermo, Vito Ciancimino. Pero, con esta nueva y gigantesca redada ha quedado claro que dentro de la Mafia había y hay todavía elementos de la Magistratura, de la policía, de los carabineros, del mundo empresarial y dirigentes económicos estrechamente vinculados con el poder político.Por eso, como escribió ayer Lieta Tornabuoni en La Stampa, aunque pueda resultar repugnante ver a un país entero en los tribunales, paradójicamente se está acabando, quizá, el tiempo de los intocables.
El director de Il Manifesto, Valentino Parlato, escribía ayer, por su parte, que la nueva redada mafiosa demuestra "que la vieja primera República está cambiando la piel y quizá algo más" y que la lucha fructífera contra la Mafia está demostrando que Italia se moderniza y ya no soporta cánceres con los que convivía tranquilamente hasta ayer mismo.
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