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Reagan presiona a Suráfrica para que modere su política de segregación racial

Las crecientes críticas lanzadas por el presidente norteamericano, Ronald Reagan, contra el régimen de apartheid imperante en África del Sur parecen apuntar un serio cambio de actitud por parte de la Administración republicana hacia la política racista de Pretoria. Reagan pidió el lunes a las autoridades surafricanas que avancen "hacia una sociedad más justa", y que pongan fin a los desplazamientos forzosos de los negros y a las detenciones sin juicio de sus dirigentes.

Mientras tanto, la mayoría de las grandes multinacionales norteamericanas muestra su inquietud ante la eventual aplicación de sanciones económicas contra África del Sur, como piden grupos liberales en el Congreso.Washington siempre mantuvo una política de tolerancia hacia las medidas discriminatorias aplicadas por el Gobierno de Pretoria contra la población de raza negra. Las relaciones bilaterales han sido excelentes, tanto en lo económico como en lo político.

Fue a raíz de la radicalización de las manifestaciones y las detenciones masivas en África del Sur, y de la visita a EE UU del premio Nobel de la Paz, el obispo negro surafricano Desmond Tutu -que fue recibido el pasado viernes por Reagan en la Casa Blanca-, cuando se incrementaron los movimientos de protesta contra el apartheid en Estados Unidos.

El Movimiento para la Liberación de África del Sur, que agrupa a la mayoría de líderes de las organizaciones norteamericanas de personas de color, sostiene acciones de protesta ante la Embajada surafricana en Washington, y en los consulados en otras importantes ciudades.

Cada día hay detenciones entre los manifestantes, lo que supone publicidad en Prensa y televisión para los defensores de una igualdad de derechos en el país surafricano.

África del Sur ha logrado, por otra parte, mantener aglutinados a los diversos movimientos negros norteamericanos, en clara recuperación de su indentidad étnica tras la aspiración del reverendo Jesse Jackson de convertirse en candidato demócrata a la presidencia de EE UU en la campaña presidencial del presente año.

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Sanciones económicas

Jackson, crítico contra África del Sur, estudia la posibilidad de un viaje a Pretoria, un tanto al estilo del que realizó a primeros de este año a Siria -donde logró la liberación de un piloto militar norteamericano de raza negra-, o del efectuado a Cuba, en plena campaña electoral estadounidense, donde obtuvo la liberación de prisioneros políticos.Además de las protestas públicas, protagonizadas principalmente por personas de raza negra, la Administración Reagan es sensible al movimiento de congresistas que solicita sanciones económicas contra Suráfrica, con eventuales consecuencias para la exportación de productos norteamericanos.

De ahí que el lenguaje de Reagan hacia el Gobierno de Pretoria sea cada vez más firme y crítico, mientras explica que la Administración continúa una política de discretas presiones para mejorar la situación política y social en África del Sur.

Por otra parte, dos de los tres activistas contrarios a la política racista de Pretoria, refugiados desde hace tres meses en el consulado británico en Durban, fueron detenidos ayer por la policía cuando abandonaron el local. El tercero salió por una puerta trasera y logró burlar el cerco policial.

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