Un lector discrepante
En el corto período de un mes he recibido dos cartas muy atentas, pero rozando la politesse, es decir, son de agradecer, pero esa fórmula empleada suena a tomadura de pelo. Y es una verdadera lástima que un diario que desea ser independiente censure sistemáticamente opiniones de lectores -no oportunistas- de ahora, sino de hace muchos años. Y es lamentable que haya tenido que publicar una opinión discutible, pero respetable, en un diario conservador, también de Madrid.En esta última carta no seleccionada por ustedes protestaba porque -con derecho de réplica- no estaba de acuerdo con un psicólogo-sexálogo pamplonica, que . opinaba que no se podía enseñar educación sexual en centros privados porque suponía arriesgarse a perder el puesto de trabajo. Y tampoco, por lo visto, puede uno discrepar de esa opinión gratuita. Es una verdadera lástima.
En fin, seguiremos leyendo este buen periódico, aunque no recoja la opinión discrepante de un lector de muchos años. Y a esperar tiempos mejores.-
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