Berrinche
A veces me pregunto quienes serán los culpables de todo esto, los hacedores del desastre. ¿Será quizá algun jerarca del Gobierno, empeñado en censurar la realidad y en cincelarla a la medida de sus deseos? ¿O será algún burócrata especialmente obsequioso, de esos que siempre se exceden en su afán de dorar la píldora a los amos?A veces me pregunto quienes serán los culpables de todo esto, o sea, de mi berrinche, de la desesperación de tantos. De la manipulación informativa, que ése es el tema que me ocupa. Que vaya por delante: estoy indignada. No busquen una mesurada exposición del tema, porque esta columna es un chillido. ¿Qué otra cosa cabe hacer sino chillar, o acaso mesarse los cabellos, o maldecir al aire? Qué sensación de indefensión. Hablemos de la última manifestación de apoyo a Nicaragua, por ejemplo, y de cómo TVE dijo a mediodia que se desconvocaba el acto, cosa que no era cierta. Luego, en los dos últimos telediarios de aquella noche, no hubo una sola referencia a la manifestación. Oficialmente no existía.
O hablemos del tan mentado programa de la OTAN. Oh, sí, ha sido "un lamentable error", y el espacio será emitido hoy, y los autores explicarán que todo fue producto del despiste. Pero qué equivocación tan pintiparada y oportuna. Y es tan fácil buscar una excusa a posteriori, construir un razonable "fallo técnico". Sí, será un error, pero ya que ellos tienen derecho a equivocarse, yo reclamo mi derecho al pataleo.
Y que no se confunda esto con un ataque frontal a TVE, con una de esas cargas de profundidad con las que se bombardea continuamente al Ente Público, precisamente porque es público y estorba los sueños imperiales de los aspirantes a la televisión privada. El desastre no es toda la TVE, que incluso ha mejorado parcialmente: véase la programación de cine, por ejemplo, liberada del cepo Hollywoodiense. El desastre son esos abusos concretos, esas torpes censuras que cada día abundan mas y que te dejan inerme y erizada, toda desolación. Yo no sé quienes serán los hacedores de esta pifia, de este espanto. Me lo pregunto a veces, sólo de cuando en cuando.
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