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EL TERCER BANCO DEL PAÍS NO REPARTIRÁ BENEFICIOS

Las nuevas ayudas para el saneamiento del Banco Urquijo-Unión se concretarán en el plazo de un mes

, Las conversaciones entre el Banco de España y el Banco Urquijo-Unión para revisar las ayudas que la autoridad monetaria concedió en su día para ayudar al saneamiento del banco en crisis (procedente de la fusión de Urquijo y Bankunión) culminarán dentro de un mes, aproximadamente tras el paréntesis navideño. El Banco Hispano Americano plantea la necesidad de que el Banco de España acepte revisiones en los riesgos asumidos en créditos en divisas concedidos por el Urquijo y la situación de algunas empresas, propiedad del Urquijo desde hace años, que arrojan pérdidas mayores de las estimadas en el momento de la crisis en enero de 1983. Además, habría que discutir la incidencia de la baja de los tipos de interés en la rentabilidad prevista del Urquijo-Unión. Todo indica que el Banco de España, aunque está dispuesto a renegociar el paquete de ayudas al Urquijo en algunos puntos concretos, no aceptará hacer lo mismo con otras instituciones financieras que adquirieron bancos en crisis a través de una subasta.El Banco Hispano Americano intentó, dentro de los límites posibles de presión que tenía, que el Banco de España aceptara que repartiera un dividendo -aunque fuera inferior al aprobado el año pasado- con cargo al ejercicio actual. La situación del Banco Urquijo-Unión, con una generación de excedentes un 50% menor que el obtenido en 1983, provocó que la autoridad monetaria presionara para que el consejo de administración del Banco Hispano asumiera no repartir dividendo y destinara todos estos recursos a sanear al Urquijo-Unión.

El procedimiento elegido para hacer efectivo este saneamiento no es una reducción del capital del Urquijo-Unión, cuyo propietario es el Hispano en el 99%, para posteriormente proceder a una nueva ampliación a suscribir por el banco matriz, sino proceder a dotar todo el excedente una vez realizadas las provisiones normales del ejercicio para hacer frente a las necesidades del propio Hispano, a sanear la cartera de valores de este banco dentro de la que se encuentran las acciones del UrquijoUnión.

Los problemas planteados entre el Banco Hispano y el Banco de España en los últimos dos meses se centran en la cuantificación de las mayores pérdidas aparecidas en las empresas participadas del Banco Urquijo-Unión, la valoración de las pérdidas aparecidas en el balance de este banco por operaciones fallidas en los mercados internacionales y en la pérdida de rentabilidad final obtenida por la colocación de los préstamos concedidos por el Banco de España al Urquijo y al Unión, antes de que estos se fusionasen, dada la baja de los tipos de interés.

Cuando los responsables del Banco Hispano discutieron con el Banco de España -enero de 1983- en la situación del Banco Urquijo se cuantificaron unas pérdidas latentes en una empresa constructora del grupo, OCISA, de 2.500 millones de pesetas según la autoridad monetaria y de 3.500 millones, según el Hispano. Un año después, y con la auditoría de Arthur Andersen en la mano, los responsables del Hispano cuantifican una pérdida adicional de 10.000 millones de pesetas a los establecidos por el Banco de España.

Los créditos fallidos del Urquijo acaecidos en los mercados internacionales, en especial en el sudeste asiático, superan los 9.000 millones de pesetas en lugar de los 3.000 inicialmente previstos.

Tipos de interés

Por último, los dirigentes del Banco Hispano consideran que la reducción de los tipos de interés que ha tenido lugar en el segundo semestre del año, ha hecho que el Urquijo-Unión pasara de que 116.000 millones de pesetas -los depósitos que tendrían que destinarse a cubrir coeficientes- tuvieran una rentabilidad del 17%, a que apenas alcancerr el 13%. Los cuatro puntos de diferencia de menor rentabilidad, al caer los tipos de interés en todos los mercados monetarios, suponen unos ingresos inferiores a los previstos en algo más de 4.000 millones de pesetas.

En el Banco Hispano Americaner se estima que el Banco de España aceptará compensar al me nos una parte de las pérdidas de las empresas, la totalidad de los quebrantos aparecidos en los créditos exteriores y que se tomen las medidas necesarias para que se compense la pérdida de rentabilidad de las ayudas. En este sentido se habla de un aplazamiento en el plazo de exención de coeficientes, actualmente en vigor hasta 1987, y que podría prorrogarse en un año más al menos y en que el tipo de interés del préstamo del Banco de España -establecido ahora en el 8%- pueda variarse de forma periódica para que el diferencial estimado en su momento entre el costo del préstamo y los resultados obtenidos -el precio al que se coloquen estas cantidades- sea similar al inicialmente previsto.

Las negociaciones entre las partes se presumen largas y difíciles a lo que hay que añadir el paréntesis casi obligado de las vacaciones navideñas. Por ello es factible que hasta mediados de enero no se hagan públicas las nuevas condiciones de las ayudas ya concedidas por el Banco de España para el saneamiento del Banco Urquijo-Unión. En cualquier caso parece factible que las pérdidas ocurridas por créditos exteriores, se compensen, de modo que no se deteriore la imagen de un banco español en los mercados internacionales y que se haga algo similar con las empresas que arrojan pérdidas mayores de las estimadas inicialmente.

La pérdida de rentabilidad de la colocación en el mercado interbancario de los préstamos concedidos por el Banco de España podría compensarse con una prórroga de un año en la exención de coeficientes. La situación por la que atraviesa el Urquijo-Unión, y la forma de saneamiento diseñada para él sin pasar por el Fondo de Garantía de Depositos, permite que se considere como un caso distinto al del resto de los bancos en crisis que sí contaron con la ayuda adicional de que un organismo participado al 50% por el Banco de España y por la banca privada, asumiera una parte importante en todos los casos de las pérdidas ya detectadas.

En medios del Banco Hispano se destacaba ayer la necesidad de que el Banco de España apoye con todos los requerimientos el proceso de ayudas ya pactadas, para poner en equilibrio financiero al Urquijo-Unión como complemento de las nuevas aportaciones decididas por el Hispano a través del saneamiento de su cartera de valores y concretamente del valor de las acciones que tiene de dicho banco.

Normalidad en la operativa

A lo largo del día de ayer la normalidad fue la tónica destacada en las oficinas del Banco Hispano Americano y de su filial el Urquijo-Unión, donde no se registró un movimiento destacable de fondos en metálico. Los grandes bancos nacionales mandaron un télex a sus direcciones regionales para que se abstuvieran de intentar captar clientes de estos dos bancos y se provocara una salida importante de depósitos. El télex de estos bancos decía taxativamente que no se aceptaran talones de cantidades elevadas de dinero librados contra el Banco Hispano, a menos que no hubiera una razón importante que lo justificara.

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