Soares insiste en que seguirá como jefe de Gobierno
El primer ministro portugués, el socialista Mario Soares, no piensa renunciar por el momento a su cargo y su única preocupación es solucionar los graves problemas a los que se enfrenta el país, según manifestó el pasado miércoles en un mensaje televisado a la nación.Soares recordó que no es "un hombre que abandone el barco en medio de la tempestad", pero que no aceptará ser, con el Gabinete que preside, el "chivo expiatorio" de todas las críticas que suscita el desarrollo de una política impopular.
El primer ministro portugués rechazó frontalmente las críticas a la acción de su Gobierno de coalición (de socialistas y socialdemócratas) y cargó la responsabilidad de las actuales dificultades entre sus predecesores -desde el régimen salazarista a la coalición de Alianza Democrática-, las actuales oposiciones de izquierda y de derecha, los "agentes económicos", los sindicatos, la subida del dólar, la conyuntura económica mundial y los problemas estructurales de la sociedad lusa.
"Estoy decidido a seguir gobernando mientras tenga la confianza del Parlamento y del presidente de la República", afirmó Soares quien concluyó: "El Gobierno sabe lo que quiere, vamos todos a trabajar".
Soares optó por el discurso de Estado, exigente pero tranquilizador, y pasó rápidamente sobre la crisis que conmociona actualmente a la mayoría gobernante, sin hacer la menor alusión al retraso de las negociaciones para el ingreso en la Comunidad Económica Europea. El único peligro verdadero sería, en su opinión, el "vacío de poder" que se crearía con la caída del Gobierno y la disolución del Parlamento, pero está convencido de que el pueblo portugués, con su "comportamiento sereno", a pelar de las dificultades que conocen "algunos sectores", derrotará las maniobras urdidas por defensores de ambiciones personales inconfesables.
En contra de su costumbre, Soares no improvisó su discurso, y la lectura, con voz monótona, de un texto de 25 páginas, hizo aún más evidente el aspecto cansado del líder socialista, que mañana cumple 60 años.
Soares quiso, en opinión de varios dirigentes socialdemócratas, colocar a su aliado frente al hecho consumado de la consolidación de la alianza y del mantenimiento del actual Gobierno.
Los socialdemócratas se negaron a ceder a las presiones del líder socialista. La cumbre de las direcciones socialista y socialdemócrata fue pospuesta para la próxima semana, y el propio Mota Pinto, líder del PSD, echó un vaso de agua fría sobre el optimismo de los negociadores del nuevo acuerdo con los el PS, al afirmar que hav aún "problemas no resueltos' entre la coalición.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.