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Industria prepara un plan financiero para las refinerías similar a la de las eléctricas

El Ministerio de Industria y Energía publicará este mes una nueva fórmula de liquidación del pago que realiza Campsa a las refinerías por la entrega de sus productos refinados que incluye un programa transitorio, de saneamiento financiero para las empresas orientado a mejorar su situación patrimonial y su nivel de competitividad con vistas a la integración de España en la CEE. La fórmula será aplicada a partir del 1 de enero de 1985.

El punto central del mencionado programa es la inclusión de un denominado sobrecoste de saneamiento financiero que, añadido con un porcentaje por determinar a la hora de considerar aumentos de tarifas, incrementará la cifra global de facturación/ventas de las refinerías en ese tanto por ciento. Este sobrecoste será destinado íntegramente a la mejora de la situación financiera de las sociedades, muy en la línea del 2,8% de la facturación global que las empresas eléctricas tienen que destinar al mismo objetivo.Según apuntan fuentes solventes, en su concepción el programa es muy parecido al ensayado para el sector eléctrico y persigue, fundamentalmente, la mejora de la relación recursos propios/ajenos de las seis refinerías españolas, en unos momentos en que la futura integración en la CEE forzará a las compañías a competir en un régimen abierto con las multinacionales europeas. Hasta cierto punto, el programa es complementario de la operación de integración vertical del sector petrolero puesto en marcha con el proceso de desmonopolización de Campsa.

La primera consecuencia del programa de adaptación del sector del refino a la competencia europea será la modificación de la fórmula por la que Campsa ha venido liquidando sus compras de productos a las refinerías. La modificación de esta fórmula es una ambición largamente ansiada por las empresas que, históricamente, se han quejado que los retrasos producidos en las liquidaciones perjudicaba su cuenta de resultados. Al parecer, la modificación de la fórmula incluye el pago de productos en función de la capacidad real de procesamiento de las refinerías y no por la capacidad nominal, como se realizaba previamente.

Coordinación operacional

En este sentido, el Ministerio está preparando un programa adicional por el que las refinerías se verán forzadas a declarar como obsoletas algunas de sus instalaciones de refino. Este programa exigirá, además, una coordinación operacional de las propias empresas, basado en la racionalización de sus compras de crudos y en su procesamiento en función de la calidad de la materia prima y de las características técnicas de las instalaciones. No se descarta que empresas como EMP o Cepsa tengan que cerrar -más bien, considerarlas contablemente como cerradas, ya que su utilización es nula desde hace tiempo- instalaciones que no están idóneamente preparadas para procesar eficazmente y a un nivel competitivo determinados crudos.El programa de saneamiento financiero de las empresas del refino ha sido preparado por la Secretaría General de la Energía y Recursos Minerales del Ministerio de Industria después de mantener numerosas consultas con el sector.

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