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Protesta ante Barrionuevo por el entrenamiento en la calle de perros policías

La asociación de vecinos del barrio madrileño Pinar del Rey ha dirigido una protesta al ministro del Interior, José Barrionuevo, por los entrenamientos callejeros de perros de la Policía Nacional. Cuatro o cinco de estos canes el pasado 27 de noviembre atacaron a una vecina y le causaron arañazos y mordeduras leves en el rostro, amén de la pérdida de un pendiente valorado en 20.000 pesetas, presumiblemente deglutido por uno de los perros. Pilar López Carrasco aún recuerda estupefacta el ataque de éstos en una vaguada situada al lado de la Academia Especial de Policía Nacional del barrio de Canillas.

La mujer asegura, además, que los agentes le negaron auxilio y que tuvo que escuchar en comisaría una versión de los hechos "que no era la verdadera". En el extenso solar donde los agentes ejercitan a sus perros y caballos, juegan niños y pasean jubilados, según ha informado la Asociación de Vecinos al ministro del Interior. Pilar López, de 59 años, viuda, es una mujer de hábitos regulares. Todos los días, hacia las nueve de la mañana, deja su casa de la calle de Belianes para pasear a su perro por el descampado que separa los barrios de Pinar del Rey y Canillas, en el distrito de Hortaleza. La vaguada, conocida como Arroyo del Quinto, a la vera de las alambradas y garitas de la Academia de Policía Nacional, le parecía a doña Pilar el colmo de la seguridad.El paseo matutino de su can Bamby, de 14 años de edad y una docena de kilos de peso, es para la viuda el mejor modo de comenzar la jornada. El 27 de noviembre, a la hora de costumbre, Pilar López y Bamby deambulaban por la vaguada. Cerca, unos cuantos policías nacionales ejercitaban a perros pastores alemanes recién traídos de Alemania.

La discusión acerca de si Bamby provocó a los cuatro o cinco perros policía o si fue al revés le parece ociosa a la asociación de vecinos. Lo cierto es que los robustos pastores alemanes se arrojaron sobre su diminuto congénere, sin que los policías, que con ello mostraron que el entrenamiento está aún en fase muy incipiente, pudieran impedirlo. Pilar acudió en socorro de su can, lo cogió en brazos y se convirtió entonces en objetiva de las dentelladas de los perros policía. Durante un tiempo que le pareció eterno, cuatro o cinco fieras brincaron y lanzaron mordiscos en torno al patético conjunto formado por la señora y el perro. Cuando los agentes lograron controlar a sus animales, Pilar López tenía el rostro y los brazos cubiertos de sangre.

"No me mataron porque no me caí", reflexiona ahora la viuda, a la que, según su testimonio, los agentes, en vez de pedirle disculpas, la acusaron de haberse metido en su terreno" y la dejaron herida. En ese momento entra en escena un fotógrafo de la vecindad que hacía footing por la vaguada. El fotógrafo ha relatado cómo vio desde lejos a doña Pilar rodeada por los pastores alemanes y gritando "auxilio, que me muero". Luego observó que los policías se marchaban. Cuando llegó al lugar, increpó a los agentes en retirada.

Se comieron un pendiente

Pilar López fue trasladada a un ambulatorio y, tras una cura de urgencia, al centro sanitario Ramón y Cajal, donde le diagnosticaron "arañazos y mordeduras en el rostro causados por ataque de perros, de carácter leve". Por la tarde, denunció los hechos en la comisaría de Chamartín.Allí escuchó que los policías nacionales ya habían facilitado una versión, según la cual ella había penetrado con su can en el recinto vallado de la Academia de Canillas. Consta en la denuncia que perdió un pendiente de oro con una perla valorado en 20.000 pesetas. Está convencida de que el pendiente se lo comió uno de los perros policías.

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Para Hugo Silberman, presidente de la Asociación de Vecinos Antonio Machado, de Pinar del Rey, los entrenamientos de perros en un espacio no vallado y de uso público provocan "un grave riesgo para los vecinos". En la carta a Barrionuevo se afirma que el Arroyo del Quinto es "un solar muy utilizado por los vecinos para practicar footing, pasear, llevar los perros a hacer sus necesidades, jugar los niños e incluso comunicarse peatonalmente entre los dos barrios, Pinar del Rey y Canillas".

La carta al ministro acusa a los policías de insultar a la víctima, señala que "puede existir un presunto delito de denegación de auxilio" y solicita que se impidan los entrenamientos de perros en lugares públicos pues "la fuerza pública está para evitar hechos parecidos y no para provocarlos".

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