Un tribunal de Pamplona sentencia a 14 años a un violador

La Audiencia Provincial de Pamplona ha condenado a José María Alejo González a la pena de 14 años y ocho meses de reclusión menor como autor de un delito de violación, con la agravante de nocturnidad, en la persona de una joven de 18 años. Igualmente, el procesado debe abonar a la víctima un total de 150.000 pesetas en concepto de indemnización.

José María Alejo González, un pintor de 23 años, soltero, natural y vecino de Pamplona, está en la cárcel de la capital navarra desde el pasado 9 de junio.

Según señala la sentencia de la Audiencia Provincial, los hechos ocurrieron hacia las 22.30 horas del 15 de febrero de este año, cuando la joven, cuya identidad no ha sido dada a conocer, se dirigía hacia su domicilio. Al llegar a la altura del puente de San Pedro, de Pamplona, salió al encuentro el procesado, que le puso una navaja a la altura del cuello y la obligó a que le entregara todo el dinero que llevaba. Ella le manifestó que no tenía nada; le ofreció las joyas que llevaba y pidió que la dejara tranquila.

Con las manos atadas

José María Alejo, agrega la resolución judicial, obligó a la joven a trasladarse a un lugar más apartado, donde la despojó de la ropa y ató a la víctima las manos con sus propias medias. La violación duró una hora, y durante este tiempo el reo perdió el pañuelo que le tapaba la cara, por lo que la joven se fijó en sus rasgos.Una vez consumado el acto, el acusado pidió perdón y entregó a su víctima una cadena de cuello de color blanco. Posteriormente la joven se dirigió al servicio de ginecología del Hospital de Navarra, donde levantaron acta de la exploración que le practicaron y en la que se pudieron apreciar "erosiones en la espalda, abundante tierra y suciedad adherida a la piel en zona glútea y también erosiones en las extremidades inferiores".

La sentencia no ha considerado la existencia de alevosía ni de abuso de superioridad, porque el tribunal ha estimado que el empleo de la violencia física va implícita en toda violación. Tampoco ha sido tenida en cuenta la agravante de despoblado, cuya aplicación había sido solicitada por la acusación, porque según el texto judicial, a pesar de que el lugar de los hechos está apartado, existen edificaciones a pocos metros.

El acusado se ha declarado insolvente y ha anunciado que recurrirá la sentencia ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Su abogado había solicitado en el juicio, celebrado el pasado día 27 de noviembre, la libre absolución de su defendido, aduciendo falta de pruebas que determinaran que él fuera el autor de los hechos. La defensa alegó, además, que la rueda de identificación de sospechosos -en la que la joven reconoció a su agresor- había sido impugnada.