Las guerras burocráticas

La Asamblea de Madrid aprobó el pasado miércoles una resolución que ha causado sorpresa, por su contundencia, en los medios políticos madrileños. Dado que el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) no ha transferido los fondos necesarios para acometer la construcción de las 7.000 viviendas que, según el Plan Cuatrienal de Madrid, debían iniciarse en 1984 y 1985, la Asamblea aprobó facultar al Consejo Regional para que devuelva al MOPU la responsabilidad de ejecución del programa de remodelación de barrios. En la misma resolución la Asamblea estimó en unas 39.900 el número de viviendas necesarias en la región madrileña.Los drásticos recortes en las disponibilidades para la construcción han propiciado un movimiento de convergencia ciudadano -muy disperso y debilitado desde la elección de los primeros ayuntamientos democráticos, en 1979-, alentado por el PCE. El jueves, unas 5.000 personas, la concentración más importante de los últimos cinco años, siguieron la convocatoria del sindicato de la construcción de CC OO y se manifestaron en la avenida de Oporto. Al margen de los miles de familias que han visto esfumarse sus esperanzas de conseguir una vivienda digna y asequible económicamente, el sindicato ha hecho hincapié en que el número de parados del sector de la construcción en Madrid, que alcanza la cifra de 42.000 trabajadores, pueda doblarse en pocos meses.

El 18 de junio pasado, el MOPU, por real decreto, transfirió a la Comunidad de Madrid las competencias para ejecutar el programa de barrios en remodelación, que prevé la construcción de 8.675 viviendas en los próximos cuatro años. En el decreto, según Esteban Egea, miembro de la Comisión de Urbanismo de la Asamblea, se especifica claramente que la responsabilidad debe ir acompañada de las correspondientes transferencias de fondos. El Plan Cuatrienal de Madrid establece, como número mínimo de viviendas a construir hasta 1987, las 14.937 -8.675 de los barrios en remodelación más las correspondientes a programas de rehabilitación, realojamiento de chabolistas, adjudicación a familias necesitadas, etcétera.

En 1984 el MOPU sólo ha entregado a la Comunidad unos 17.500 millones, que están destinados al pago de obra ejecutada correspondiente a las viviendas iniciadas en 1983 y ejercicios anteriores. Esta cantidad es insuficiente, por lo que, al margen de no disponer de fondos para comenzar las obras previstas en 1984 y 1985, aún queda pendiente una deuda de unos 5.500 millones de pesetas. Algunas constructoras ya han advertido de la posibilidad de que se paralicen proyectos importantes.