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Ex dirigentes del PNV reconocen que el partido envió dos cartas a la organización ETA

El 24 de marzo de 1980, el Consejo Nacional (EBB) del PNV dirigió a ETA una carta proponiendo "de acuerdo con lo ya tratado verbalmente" iniciar "conversaciones formales" en tomo a la situación política del momento y a las posibles condiciones para la pacificación. La carta junto con otra posterior de similar contenido, así como la respuesta de ETA, son reproducidas en el número correspondiente a esta semana de la revista Punto y hora, próxima a Herri Batasuna (HB).Personas que en aquel momento pertenecían al EBB, confirmaron ayer la autenticidad de la carta y precisaron las condiciones en que se decidió enviarla. La mención a "lo ya tratado verbalmente" hace referencia a un contacto personal en el que participó una cualificada representación de la dirección del PNV y, por parte de ETA, Eugenio Etxebeste. Este último exigió que la propuesta fuera formalizada por escrito.

El 9 de marzo de 1980, cinco meses después de la aprobación en referéndun del Estatuto de Guernica, se habían realizado en Euskadi las primeras elecciones autonómicas, en las que el PNV, con 350.000 votos, había obtenido unos resultados que, en ausencia de los diputados de HB, le proporcionaban una mayoría que le permitía formar gobierno monocolor.

ETA se encontraba entonces en plena escalada terrorista: durante 1980 se registraron 96 atentados mortales de dicha organización, es decir, el triple de la media de los tres años siguientes, y el doble de la media de los tres años anteriores.

El 31 de marzo se constituyó el Parlamento vasco. El 9 de abril, Carlos Garaikoetxea fue elegido Iendakari. El 16 del mismo mes, Arzallus era designado presidente del Consejo Nacional del Partido Nacionalista Vasco.

Es en ese contexto general en el que el EBB decide entrar en contacto con ETA. La carta enviada el 24 de marzo no satisface a sus destinatarios porque, pese a figurar en ella el membrete y anagrama del Consejo Nacional, ETA exige un documento con la firma autógrafa del presidente o secretario del EBB, -cargos que entonces ocupaban Carlos Garaikoetxea y KoIdo Amézketa, hoy expulsado del partido- así como un temario más detallado.

Por ello, el 10 de abril se envía a ETA una segunda carta, que aparece firmada por Amézketa, en la que se detalla, como orden del día propuesto para las conversaciones, el siguiente: valoración y posibilidades de evolución del Estatuto de autonomía; la lucha armada y sus efectos; reconstrucción nacional en su vertiente institucional, territorial, económica y cultural.

En la respuesta escrita a la segunda carta del PNV, que no lleva fecha, ETA plantea de manera redundante, en tres puntos que dicen lo mismo, que será requisito "previo e innegociable" el "reconocimiento y asunción consecuente por parte del PNV de la alternativa de KAS y HB".

En resumidas cuentas, según la frase pronunciada ayer por uno de los miembros del EBB de la época "nos pedían que para empezar a hablar nos hiciéramos primero de Herri Batasuna".

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