Hoy se cierra el plazo de compra de acciones de British Telecom

A las diez de la mañana de hoy, miércoles, se cierra el plazo de suscripción de la mayor emisión de acciones registrada en los mercados de capitales del mundo y que tiene como protagonista a la hasta ahora empresa de telecomunicaciones estatal británica British Telecom. Nada menos que 3.012 millones de acciones de un valor nominal de 25 peniques (unas 55 pesetas) serán adjudicadas a un precio de 1,30 libras por acción (unas 280 pesetas), lo que supondrá la cifra récord de 3.916 millones de libras (unos 880 millones de pesetas) para el Tesoro británico.

La emisión, en línea con la política económica conservadora de privatizar la empresa pública, supone que el Estado cede su mayoría al capital privado. En la nueva estructura de British Telecom el 50,2% del capital estará en manos privadas, y el 49,8% restantes en manos del Departamento de Comercio e Industria. El Estado adquiere al mismo tiempo el compromiso de no vender sus acciones hasta 1988 y de no interferirse en las decisiones comerciales de la compañía ni hacer uso de su derecho a voto en las juntas generales de accionistas, aunque pueda hacerlo si las circunstancias así se lo aconsejaran.Del total de la emisión, el 47,4% equivalente a 1.428 acciones por un total de 1.428 millones de libras (unos 300.000 millones de pesetas) han sido reservadas a instituciones financieras, el 38,8% a empleados de British Telecom, que reciben 50 acciones gratis, y a los inversores particulares, y el 13,8% que será colocado en Estados Unidos, Japón y Canadá. Como escribe la influyente revista The Economist, la venta de British Telecom sólo plantea al Gobierno británico un problema, "el problema del éxito". Las condiciones no pueden ser más ventajosas para el inversor, que deberá aportar un mínimo de 260 libras (unas 57.000 pesetas) pagaderas en tres plazos.

240.000 empleados

British Telecom, una de las mayores empresas de telecomunicación del mundo, con una nómina de 240.000 empleados y unos activos fijos cercanos a los 9.000 millones de libras (cerca de dos billones de pesetas), obtendrá este año unos beneficios superiores a los 900 millones de libras (unos 200.000 millones de pesetas) antes de impuestos. Sin embargo, su eficiencia es fuertemente contestada por la opinión pública británica.La privatización de British Telecom supondrá la conversión en accionistas de unos dos millones de británicos, atraídos por las condiciones de la emisión, por un valor superior a los cinco millones de libras (unos 1.100 millones de pesetas).

British Telecom, que a nivel español supondría el equivalente de la Compañía Telefónica Nacional de España y el sector de telecomunicaciones de la Dirección General de Correos, se convierte en la décima empresa pública, cuya mayoría pasa al sector privado desde 1977, cuando el Gobierno laborista de James Callaghan empezó a vender acciones de British Petroleum. Desde la llegada al poder del Gobierno conservador de Margaret Thatcher, nueve empresas nacionales han sido privatizadas.