Francia planea acelerar la autodeterminación de Nueva Caledonia para contener la agitación

Un emisario del Gobierno socialista francés llegará hoy a Nueva Caledonia con el fin de calmar la grave situación de este archipiélago, calificada de insurreccional en algunos medios. Los planes franceses para el territorio, situado al noreste de Australia, consistirán probablemente en adelantar la fecha del referéndum de autodeterminación previsto para 1989. Entretanto, el desorden se extiende y la minoría independentista no admite la validez de las elecciones del pasado día 18. A pesar de ello, la nueva Asamblea Territorial entró en funciones el domingo.

Los enfrentamientos y saqueos son incontables desde hace una semana. El subprefecto ha sido secuestrado. Distintas fuentes aseguran que 19 miembros del Frente Nacional Kanak Socialista (FLNKS) acaban de regresar de Libia, donde fueron entrenados para acciones de guerrilla. El Gobierno socialista francés piensa que, en tales condiciones, lo mejor es adelantar el referéndum para la autodeterminación. De momento, 1.300 gendarmes y 2.040 soldados de los tres ejércitos intentan contener el peligro de guerra civil en este archipiélago del sur del Pacífico.

Las elecciones para una Asamblea celebradas el día 18 pusieron en marcha un proceso que debe conducir a votar por la autodeterminación del archipiélago en el año 1989. Ésta es la bomba que ha descompuesto la atmósfera de Nueva Caledonia. En ese referéndum deben participar todos los habitantes del archipiélago y, en consecuencia, según opinan los kanakes independentistas, "nunca conseguiremos la independencia, porque somos una minoría frente a los demás, partidarios de mantener Nueva Caledonia en el marco de la República Francesa". Nueva Caledonia fue ocupada por Francia en 1853. Su extensión es de unos 17.000 kilómetros cuadrados; sus habitantes ascienden a 150.000, de los que 50.000 son blancos (europeos o no), 60.000 son kanakes -los primeros ocupantes del archipiélago- y otros 30.000 proceden de las islas vecinas.