Un comunicado de los supuestos secuestradores hace pensar que Emanuela Orlandi puede seguir viva

Emanuela Orlandi, la joven ciudadana del Estado del Vaticano de 16 años de edad desaparecida misteriosamente el 22 de junio del año pasado en Roma, puede estar viva, según cree el abogado de la familia, Carlo Egidio, tras haber conocido el comunicado número 20 enviado por el misterioso Frente de Liberación Anticristiano Tuskesh a una agencia de Milán. Dicho comunicado, escrito, como los anteriores, en un italiano casi ilegible, vuelve a pedir la liberación del terrorista turco Ali Agca, autor del atentado contra Juan Pablo II, a cambio de la joven Emanuela.

El misterioso grupo exige que Agca sea enviado a Costa Rica y que el Papa se interese por el futuro de Agca con el mismo celo humanitario que en el pasado. Sólo entonces, se afirma el comunicado, "enviaremos la foto de Emanuela y la dejaremos libre en una cabina telefónica".Como prueba de que están bien informados y de que Emanuela está viva, los supuestos secuestradores ofrecen a los padres de la joven cinco pruebas en clave. Ante la policía romana, los padres, Ercole y María, ambos ciudadanos vaticanos, por trabajar el marido como empleado en los apartamentos de Juan Pablo II, han descifrado sin problemas el rompecabezas y han afirmado que sólo Emanuela podía saber estas cosas íntimas de familia. Pero se niegan, sin embargo, a facilitar la prueba definitiva de que está viva.

Todo vuelve a hacer pensar que detrás del caso Emanuela pueden estar los servicios secretos de algún país. Por si acaso, el juez Ilario Martella -que ya ha juzgado a varios ciudadanos búlgaros y turcos acusados de haber participado en el intento de asesinato del Papa- ha afirmado que el caso Emanuela debía ser de nuevo estudiado en el contexto del atentado contra Juan Pablo 11.

Se cree que a Ali Agca le habían prometido que, en el caso de que no pudiese escapar tras el atentado, le habrían sacado de la cárcel. El juez Martella ha comentado que los responsables del compló contra Juan Pablo II le garantizaron al terrorista turco que saldría de prisión, "corrompiendo a los guardias u organizando un importante secuestro para pedir a cambio su liberación".