Las chispas del relámpago chamuscaron el patio

La consolidación de la mejora del panorama bursátil dejó de ser una mera especulación puesta en labios expertos u optimistas y ayer se convirtió en una realidad muy concreta, que se tradujo en la elevación del índice general en 1,87 puntos.El empujón que estaba necesitando el mercado para reaccionar vino de la mano de las compañías eléctricas. Ayer se explicó la finalización de la primera ronda de conversaciones entre los responsables de estas sociedades y el ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga. De esta forma se abre la casi seguridad de que en las discusiones, que proseguirán la próxima semana, se logrará un acuerdo en el tema de las compensaciones, ventas de activos y delimitación de mercados.

Decididos a ser protagonistas, los valores eléctricos no desaprovecharon ninguna oportunidad y elevaron su índice general un 6,17%, muy por encima de los demás corros, que, sin embargo, anotaron ganancias sin excepción alguna. Las subidas de cuatro enteros en Hidro Cantábrico y Reunidas, los 3,875 enteros de Iberduero, los tres de Sevillana y los 2,25 de Unión-Fenosa representan fielmente la alegría de la jornada.

Empujados por la euforia eléctrica, como ya habían previsto los analistas, los bancos se decidieron a moverse un poco y cosecharon un saldo comprador de 235.376 títulos, a pesar de la existencia de unas escasas órdenes vendedoras para Banesto e Hispano. El barómetro del corro, el Banco Popular, elevó su cambio 10 enteros, al igual que Andalucía, mientras que Vizcaya ganó siete enteros.

Ante esta avalancha, los demás sectores vieron apagarse un poco el relativo interés de los inversores hacia ellos, a pesar de que algunos valores bien situados prosiguieron ganando posiciones en su discreta y eficaz carrera alpina. Explicación aparte merece el comportamiento de Koipe, que fijó posición dinero a 228, 10 enteros por encima del cambio precedente, a causa de las noticias publicadas sobre el acuerdo alcanzado entre Lessieur y los accionistas españoles. El grupo francés pasará a controlar la mayoría de la sociedad, ya que previsiblemente será éste quien suscriba la mayor parte de la próxima ampliación de capital, en la proporción de tres acciones nuevas por cada ocho antiguas, a la par.

Como era previsible en esas condiciones, positivas para la contratación, también Telefónica se sumó a las subidas, ganando 1,25 enteros, a pesar de que lenguas viperinas acusaban a la propia sociedad de estar sujetando el cambio en días pasados.

Los analistas habían previsto hace algunas jornadas este tirón alcista, ya que las condiciones objetivas del mercado lo exigían de alguna forma. Cualquier noticia favorable debía servir como detonante para salir de la apatía de días anteriores. Pero, verdaderamente, la fuerza con que se ha producido esta elevación ha sorprendido a casi todo el mundo. Ahora no son pocos los que consideran que la subida ha sido muy precipitada y con excesiva intensidad, por lo que se corre el riesgo de quemar todos los cartuchos en una sola sesión. Las primeras jornadas de la próxima semana deberán servir de orientación para comprobar si se ha terminado definitivamente la tendencia indecisa anterior y si realmente la bolsa ha encontrado las fuerzas necesarias para acometer el esperado repunte.