La direccion de 'Le Monde' se enfrenta con parte de los accionistas del periódico
La crisis que atraviesa el diario independiente parisiense Le Monde, el más prestigioso de Francia, encara un nuevo episodio: el director actual de la publicación, André Laurens, se niega a admitir un gerente del periódico. El desenlace de esta nueva peripecia lleva camino de concluir, entre otras eventualidades, con la dimisión de Laurens, con una declaración de quiebra de la empresa o con el nombramiento como director de uno de los periodistas más ligados a la leyenda del diario: André Fontaine.
La crisis de Le Monde, tangible desde hace ya tres años, se resume así: un déficit de 80 millones de francos (1.600 millones de pesetas), pérdida de más de 40.000 lectores y baja sensible de la publicidad. Desde hace dos años, el nuevo director encara como único responsable esta situación. Su plan de salvación del periódico, tras haber suprimido más de un centenar de empleos, se centra en varios puntos esenciales: reducción de los salarios, venta del edificio donde se hace el periódico (al lado de la ópera), implantación del facsímile en provincias y supresión de una de las dos imprentas propiedad del periódico.Han sido los accionistas del periódico los que han planteado claramente su disconformidad con Laurens. Conviene recordar el reparto de las acciones de Le Monde: el 40% pertenece a la redacción, y al margen de algunas acciones que se reparten los empleados en general y los cuadros, el otro 40% es propiedad de personalidades ajenas al diario. Éstas han declarado la guerra a Laurens, al lanzarle un ultimátum: "O admite usted un financiero (un gerente), o nosotros nos vamos del periódico". Según los estatutos de Le Monde, deben existir dos gerentes, uno de los cuales es el director de la redacción; pero desde que Laurens fue elegido director, él es el único responsable absoluto del funcionamiento de la empresa.
