Iglesias y Carrillo sostienen versiones contrarias sobre la situación interna en el PCE
El secretario general del PCE, Gerardo Iglesias, negó ayer que su antecesor, Santiago Carrillo, hubiese pedido clarificaciones sobre su situación en el partido como portavoz comunista en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, Carrillo contradijo esta versión, al informar que sí había pedido tales aclaraciones en el comité ejecutivo del partido, aunque no obtuvo respuesta y abandonó la reunión antes de que terminase.
Iglesias hizo la declaración citada al dar cuenta de lo tratado en la reunión del comité ejecutivo del PCE, celebrada el pasado lunes. El secretario general dijo también que había considerado "correcta" la intervención de Carrillo en el debate sobre el estado de la nación el pasado día 24, en el transcurso del cual Felipe González afirmó públicamente, respondiendo a quejas de Carrillo, que si no recibía al portavoz comunista habla sido a petición de Iglesias."Ya envié una carta al presidente negando sus afirmaciones durante el debate", dijo el secretario general del PCE; "ahora espero que. Felipe González me diga quién le ha pedido que tampoco me reciba a mí, porque hace un año que no me llama". Comentando los rumores en torno a divergencias en el seno del partido, Iglesias, aún admitiéndolas, minimizó sus diferencias con Carrillo: "No pasa nada porque Santiago discrepe en un momento determinado. Eso demuestra que hay discusión interna y yo espero que este partido no vuelva a ser monolítico".
Sin embargo, Carrillo afirmó ayer que sí había solicitado tales aclaraciones en el curso de la reunión del comité ejecutivo, y también atribuyó mayor consistencia a las divergencias internas, que abarcan a la estrategia que la dirección del PCE delinca para afrontar las próximas elecciones generales. El equipo de Iglesias pretende concurrir a tales elecciones dentro de un amplio frente electoral de izquierdas, idea enérgicamente rechazada por el sector de Carrillo.
Campaña anti-OTAN
El PCE movilizará "todas sus fuerzas" en apoyo de las manifestaciones antiatlantistas que se celebrarán en varias capitales españolas el próximo día 2 de diciembre, convocadas por organizacíones pacifistas, según dijo Gerardo Iglesias. Al tiempo, el dirigente comunista expresó sus dudas acerca de la voluntad real del Gobierno de convocar un referéndum sobre la permanencia de España en la Alianza y, en todo caso, se mostró especialmente reticente sobre los términos de la pregunta de esta consulta popular.
Iglesias aseguró que, en vista de las dudas que se plantean sobre las intenciones del Gobierno, las llamadas mesas por el referéndum mantendrán su acti vidad. Los dirígentes de estas mesas, reunidos hace dos días, decicidieron no disolverlas por el momento, y rechazar el planteamiento de convertirlas en plataformas anti OTAN, lo que hubiese motivado la retirada de los militantes del partido de Adolfo Suárez. Fuentes suaristas señalaron, no obstante, que, una vez que Felipe González inicie sus prometidas conversaciones para lograr un consenso en torno a los diez puntos para la permanencia de España en la Alianza, "las fuerzas políticas se dividirán en pro y anti OTAN, y nuestra presencia en las mesas no tendría objeto".
También afirmó que su,partido .va a luchar por todos los medios por la salida de la OTAN y por el desmantelamiento de las bases americanas", y justificó el anterior apoyo del PCE a las bases en que "la situación nacional e internacional ha experimentado cambios profundos". Otros dirigentes del PCE admitieron que la elección del día 2 de diciembre para la celebración de varias manifestaciones antiatlantistas "ha sido afortunada", por coincidir con las conver saciones que Felipe González iniciará con los grupos parlamentarios en busca de un consenso sobre política exterior. Esta fecha también coincidirá con los preparativos del 30º Congreso del PSOE, que los comunistas esperan que "será movido" en cuanto al tema OTAN.
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