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Los ministros de Agricultura y Trabajo, satisfechos tras sus entrevistas en la RFA

El ministro español de Agricultura, Carlos Romero, se mostró ayer satisfecho tras la entrevista que sostuvo en la capital de la República Federal de Alemania (RFA) con su colega Ignaz Kiechle, con quien trató los temas que aún quedan pendientes en este capítulo en las negociaciones de adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE). Por su parte, Joaquín Almunia, titular español de Trabajo, afirmó al termino de la reunión que mantuvo con su colega germano occidental, Norbert Bluem, que "no hubo inflexibilidad en la posición de la RFA sobre el apartado social" uno de los escollos que aún hay que superar en las negociaciones hispano-comunitarias.

El ministro español de Agricultura declaró que, afortunadamente, se ha avanzado en la identificación de los problemas existentes, "y creo que contamos con la ayuda y comprensión de la RFA, cuya agricultura no es competitiva con la nuestra".Poco antes de iniciar su viaje a Dinamarca, Romero afirmó en Bonn que las conversaciones que mantendrá en Copenhague estarán centradas fundamentalmente en el apartado pesquero, puesto que Dinamarca desempeña un papel importante en este sector.

Por su parte, Joaquín Almunia, que insistió en disipar la impresión de que España está empeñada en una carrera contrareloj, afirmó que el Gobierno español pretende conseguir una equiparación "al ciento por ciento" de los trabajadores españoles ya residentes en el espacio comunitario y sus familias con respecto a los demás países de la CEE. En opinión de Almunia, el Gobierno de la RFA no aduce razones de fondo contra las posiciones españolas, aunque teme las consecuencias que un acuerdo en ese sentido tendrían para otras colectividades -especialmente la turca-, que podrían exigir igual trato.

Las posiciones española y comunitaria difieren también en el tema de las prestaciones familiares, ya que los diez, por inspiración de la RFA, pretenden imponer el sistema de susbisdio por hijos según el país de residencia de estos, mientras que España desea que las familias cobren por sus hijos, independientemente del país donde residan, tal como existe en la CEE.

Discrepancias canarias

Los sectores económicos de Tenerife, en especial los agrícolas e industriales, han desatado una campaña en contra del documento elaborado por la Comisión Europea sobre el caso de Canarias en la adhesión de España a la CEE, criticando duramente las condiciones establecidas en el mismo en relación con determinados aspectos claves de la negociación, informa Carmelo Martín desde Tenerife.

El consejero de Economía y Comercio, Rafael Molina Petit, afirmó ayer ante la comisión parlamentaria que, sin ser triunfalistas, la respuesta de la Comisión Europea puede ser interpretada con moderado optimismo.

En opinión de la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife, se niega a Canarias una política de libertad comercial con la CEE, sustituyéndola por otra de preferencia comunitaria, que representa en la práctica graves restricciones al acceso de productos básicos procedentes de las islas en el mercado comunitario. El deseo de la CEE de hacer cumplir las reglas de origen a los exportadores canarios preocupa seriamente a éstos.

La federación regional de Cámaras Agrarias de Canarias ha pedido al Gobierno autónomo que rechace este primer documento porque, entre otras cosas, no se garantiza en el mismo la reserva del mercado peninsular para el plátano de las islas y se conserva únicamente por cuatro años la regulación de exportación de tomates y pepinos.

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