Seis intelectuales yugoslavos comparecen en el principal juicio desde la muerte de Tito
Un tribunal de Belgrado inicia hoy el juicio político más importante que se registra en Yugoslavia desde la muerte de Tito, hace cuatro años y medio. Comparecen en el juicio seis intelectuales sospechosos de asociación ilegal para derrocar el orden constitucional de la autogestión.
Lo débil de los cargos y el hecho de que haya bastantes políticos yugoslavos en contra de la celebración de este juicio, hace esperar que el veredicto no sea, dentro de dos semanas, de cinco años de cárcel, pena mínima por compló contra el Estado, sino que implique una pena bastante menor, por simple propaganda ilegal.
El principal acusado, Vladimir Mijanovic, sociólogo, fue en 1968 líder de la revuelta estudiantil izquierdista de Belgrado. Dos veces estuvo en la cárcel posteriormente, acusado de trotskismo.
Ni él ni Pavlusko Imsirovic estaban el 20 de abril en casa del tercer acusado, el periodista Dragomir Olujic, cuando irrumpió la policía y detuvo a 28 personas que escuchaban una charla sobre nacionalismo del disidente prooccidental Milovan Djilas, puño de hierro de Tito durante y después de la segunda guerra mundial, hasta su caída en desgracia.
Pero Vladimir Mijanovic es acusado de llevar 10 años organizando esas reuniones de la Universidad a domicilio. Cuando un grupo de profesores de filosofía, internacionalmente conocidos como el grupo Praxis, fue suspendido de empleo universitario en 1974, pasó a organizar en diversos domicilios, los viernes, reuniones abiertas y legales.
Los profesores se atribuyen ahora la responsabilidad para exonerar a su antiguo alumno.
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