28 domingo

Yves Saint Laurent (accesorios), en Serrano, 88. La reforma de la enseñanza, por Maravall y Alfonso Guerra (edita Laia.). Pero Laín Entralgo: "Antropología médica: una disciplina y un libro". Biblioteca Nacio1al/Salvat. La moda es la antropología de la ropa. La enseñanza es la antropología del niño. La medicina es la antropología del enfermo. Maestro Laín lo explicó muy bien. Valle del Kas, revis La mensual de Vallecas. Marchosa y al día. Guía de Madrid, Metro a Metro. Bella publicación municipal, bello libro/herramienta. En definitiva, el libro que uno quisiera escribir, como Forster descansó escribiendo una buena guía de Alejandría para turistas.

Economía sumergida, España sumergida, España otra, la que algún día sueña volver, emergiendo en cruces y estandartes. Creen, en la España/economía sumergida, que Ramiro Rivera ha liberalizado la medicina social de Ernest Lluch. Cultivan la mejor relación precio/calidad. Leen a Chueca, tan folklóríco como el músico, que ya empalma descaradamente las dos grandes dictaduras del siglo, Primo/Fránco, como benefactoras. Van en Audi Quattro, VW Polo y Ronda Motor System Porsche. Creen, como dice Moncho Borrajo, que los marroquíes son unos "franceses morenos" que sólo quieren molestarnos. Y esto les vuelve muy capitanes de los Tercios de Flandes, Señor Capitán. Viven en la Nueva Era de la relación Precio/Rendimiento de los ordenadores. En pleno paro, dan o reciben sueldos de tres millones y medio. Viven un ambierite Lorenzo Rubelli y consienten que el hijo pequeño y anarco sevaya el domingo a la Fiesta de la Bicicleta. Son unos liberalotes. Algunas mañanas se llegan, hasta la Bolsa, como Rodin se llegaba hasta el Salón de Otoño (sólo para admirarse a sí mismo) y se enteran de cómo se puede invertir desgravando. Son nuestra economía sumergida. Unos patriotas.

José Luis Garci consiguió el Oscar, que sólo es un galardón comercial, por una peli muñida especialmente para el caso, de la que sólo se salva mi inagotable Marsillach. Gutiérrez Aragón ha jugado delicadamente con el equívoco Bibí Andersen, el más fascinante de nuestro show/business, en La noche más hermosa, y todavía nadie ha justipreciado ese modelo de comedia española. José Luis García Sánchez -ayudante de dirección de Patino en Canciones, autor de Pasionaria- prepara La corte de Faraón, que es cronicón de un tiempo y metáfora del presente. Inteligentísimo realizador sin Oscar. TVE negó su participación en la producción de Sesión continua, de Garci,.y acertó, porque es un muermo. Qué he hecho yo para merecer esto, de Almodóvar, es una cosa donde ha metido dinero Matas. Carmen Maura, todo un bricolage de actriz. Pasa del neorrealismo al esperpento con toda naturalidad. Kit¡ Mánver, entre una Victoria Abril de izquierdas y una Charo López que no ha estado en Grecia. Adorable. Almodóvar, que era la posmodernidad, la vanguardia, la ostiaspedrín, nos cuenta una historia de taxistas y asistentas madrileños. Me lo había advertido Angelito Harguindey: "Toda la peli pasa en el barrio de la Concepción". Si esto lo filma/firma Bardem, en serio, dirían los críticos que es una película de comunistas denunciando que en España se vive mal. Almodóvar ha drapeado los infortunios de la virtud (con caídas) de un ama de casa de barrio con sus gags, sus skects habituales y sus recursos al absurdo naïf (viejecitas plagiadas de Eguillor en el personaje de Chus Lampreave). Mi amigo Mayá quiere producir una historia completa de Hernán Cortés, como hombre/cifesa. Así anda el cine local, o sea madrileño. Los cortos, ecologistas o eróticos, me parece que protegidos, son mucho peores que el Nodo. La imaginación al poder. Pero el poder se queda en seguida sin imaginación. Almodóvar ha descubierto nada menos que el neorrealismo.