Un policía municipal de la Junta del Distrito de Tetuán, trasladado por multar al concejal presidente

Un policía municipal de 24 años, que prestaba servicio en la Junta del Distrito de Tetuán, fue trasladado el pasado día 4 de octubre a la unidad de grúas, considerada entre los agentes como pelotón de castigo, por multar al presidente de la Junta, el socialista Leandro Crespo, cuyo automóvil estaba aparcado en la puerta de la tenencia de alcaldía "sin distintivo ni autorización", según denunció la Unión Sindical de Policía Municipal (USPM).

El concejal, que considera "paramilitar" el régimen de la Policía municipal calificó el traslado del agente "como un mal menor, puesto que se ha librado de ser expedientado, cuando había cometido una falta de abuso de autoridad".Los hechos denunciados por la USPM comienzan el 17 de octubre del pasado año.

El agente, cuyo nombre corresponde a las iniciales J. P. F., que prestaba servicio de vigilancia en la puerta de la junta, situada en el número 357 de la calle de Bravo Murillo, saluda militarmente al concejal cuando estaciona su automóvil particular, marca Renault 18 con matrícula M-6630-EJ, en el aparcamiento reservado para vehículos municipales.

El policía, según la USPM, "al observar que el concejal no lleva en su automóvil privado ni placas ni distintivos, le dice que no puede aparcar. El concejal, extrañado, pregunta si se han cambiado las normas. El policía recuerda al concejal que él mismo había prohibido estacionar en la puerta de la junta los Land Rover de la Policía Municipal por que restaban visibilidad y por cuestiones de seguridad".

Igualdad ante la ley

Al día siguiente se repiten lo hechos. "El policía, animado po la circunstancia de que dos patrullas de la Policía Municipal estaban aparcadas en el carril bus de la calle al no poder estacionar en el aparcamiento de la junta, decide sancionar a las 17.14 horas al propietario del vehículo aparcado en la zona reservada para coches oficiales", según la Unión Sindical de la Policía Municipal.Posteriormente, según la misma fuente, el agente es llamado a consulta por el suboficial de la Policía Municipal para someterse a un careo. Al policía, según la USPM, se le pregunta "a quién ha pedido permiso para denunciar, y éste responde que no tiene que pedir permiso". El inspector jefe del cuerpo envía posteriormente al agente lo que en el cuerpo se denomina como una llamada de atención -que no tiene efecto disciplinario, aunque figura en el expediente-, por "no dar un trato correcto" al concejal".

El pasado 4 de octubre, el agente, que pertenece a la primera promoción de policías de barrio, recibe la orden de traslado a la unidad de grúas, considerada entre los agentes del cuerpo como pelotón de castigo. La USPM, que califica el traslado como "inaceptable e insultante", afirma también que se "infringe el principio de legalidad que garantiza la igualdad de todas las personas ante la ley".

Por su parte, el concejal del distrito de Tetuán afirma haber solicitado el traslado del agente como "mal menor, porque en mi opinión debía haber propuesto su expulsión del cuerpo si se tiene en cuenta que la desobediencia en regímenes paramilitares, como es el de la Policía Municipal, recibe el máximo castigo, y no se admiten interpretaciones subjetivas". Crespo asegura también que utiliza su coche particular por las tardes para ahorrar un gasto al Ayuntamiento y define el altercado como un asunto kafkiano. "Entro a la junta y el policía, que me conoce y sabe cuál es mi coche, me saluda: 'A sus órdenes, sin novedad'. Cuando salgo veo que me han multado. La actitud del agente me parece, cuando menos, abuso de autoridad y una tomadura de pelo".

Crespo asegura que no recuerda si llevaba puesta en aquel momento la placa de identificación. "Creo que tampoco tiene importancia si un día no la llevo", explica el concejal socialista, pese a que la posibilidad de ocupar una plaza en el aparcamiento oficial sin recibir una sanción está condicionada a la exhibición de la placa de autorización.