Drogadicción y terrorismo

El domingo 7 de octubre, el general Saenz de Santamaría aseguraba en unas declaraciones que la drogadicción es más peligrosa que el terrorismo, y me alegra ver que enfocaba el problema en su auténtico valor. Disiento respecto a la división que hace del problema en droga dura y droga blanda, llegando a decir que "fumar marihuana es como fumarse un Ducados".En una mesa redonda sobre la droga, en el Centro de Salud Mental de la Universidad, moderada por el director del centro, doctor Colodrón, los psiquiatras Vela, Mateo Martín, Valbuena, Fuentenebro, Valle y Castaña aseguraron que aunque no se puede llegar a conclusiones simplistas, dado lo reciente de los estudios realizados, los efectos consiguientes en los consumidores habituales de marihuana son: alteraciones en los hemisferios cerebrales, trastornos en el sueño, regresión a estados primarios, obstrucción de las vías respiratorias, efectos vasodilatadores, disminución de células espermáticas, trastornos en la menstruación, alteraciones ciromosomáticas, dificultad en la coordinación visual y bloqueo psicomotriz.

Desconozco los efectos que produce un Ducados, pero me resisto a creer que sean equiparables a los descritos anteriormente. Lo que el general cita como droga dura es más preocupante desde el punto de vista policial, pero los consumidores de anfetaminas, que quizá por ser más fáciles de conseguir no suelen cometer actos delictivos, son también drogadictos zon graves problemas de recuperación.

Como muy acertadamente añade el general más adelante, "la erradicación de las drogas es una labor muy difícil y no sólo de la policía, sino de toda la sociedad". Y principalmente de los poderes públicos.-