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La izquierda marroquí contempla con reticencia la visita que realiza Narcís Serra a Rabat

La visita del ministro de Defensa, Narcís Serra, a Marruecos, que parece transcurrir oficialmente en el mejor de los ambientes, es contemplada con cierta reticencia por la oposición de este país, principalmente socialista y comunista, que se desmarca una vez más del criterio del rey Hassan II sobre las relaciones hispano-marroquíes. Los órganos informativos de la izquierda veían ayer en esta visita "un intento de España de lograr un acuerdo militar con Marruecos", después de la inquietud provocada por el tratado de unión libio-marroquí y las declaraciones del destituido teniente general Manuel Alvarez Zalba sobre la supuesta indefensión de Ceuta y Melilla.

Narcís Serra depositó ayer una corona de flores en el mausoleo de Mohamed V, en Rabat. A mediodía almorzó en el buque insignia de la Marina marroquí, Coronel Er-Rahmun I, adquirido por Marruecos en España, y visitó la base naval de Casablanca. Por la tarde efectuó una visita de cortesía al primer ministro marroquí, Karim Larnrani, y por la noche ofreció una cena a sus anfitriones. Ahmed Bahnini, ministro de Estado encargado de la educación del príncipe heredero, recibió el jueves al ministro español a su llegada, junto con el secretario general de la Defensa, coronel mayor Mohamed Achahbar, y al Alto Estado Mayor marroquí. Bahnini ofreció una cena el jueves por la noche a Serra, en la que participaron dos consejeros del rey Hassan II, varios ministros y los jefes militares de Marruecos.El hecho de que el ministro Bahnini presida el comité de atención al ministro español parece dictado por el deseo de enfatizar que la visita responde a una invitación directa del rey Hassan II. Esto corresponde también a la realidad de que lo más importante de este viaje es la conversación que sostendrán hoy, viernes, en Fez, el rey de Marruecos y Narcís Serra.

Por el momento escogido por el ministro español para visitar Marruecos -él mismo afirma que es una visita prevista desde hace tiempo, que sólo ha podido efectuar ahora-, este primer viaje de un ministro de Defensa español a Marruecos constituye un considerable espaldarazo al rey Hassan II y un inestimable apoyo a la política africana y regional del monarca, a pesar de que la Embajada de España en Rabat y el propio Narcís Serra se esfuerzan en presentarlo como "una simple visita de cortesía".

España y Marruecos acaban de concluir un importante ejercicio aéreo combinado, destinado a hacer frente a un supuesto ataque por aire procedente del Mediterráneo oriental, y hace solamente unas semanas Marruecos y Libia firmaron un tratado de unión que fue acogido con inquietud por varios países occidentales. El 13 de octubre, el Polisario atacó la región de Zag, y el Gobierno marroquí acusó a Argelia por el ataque.

Con respecto al posible acuerdo de cooperación militar hispano-marroquí, ninguna de las dos partes ha desvelado sus intenciones concretas ni el alcance que puede tener el hecho. Antes de partir hacia Marruecos, el ministro español señaló que aún ni se había redactado todavía ningún texto ni se habían mantenido conversaciones al respecto.

Las reticencias con que ayer trataba la prensa de la oposición marroquí esta visita se debe en parte al hecho de que la Embajada de España en Rabat niega permanentemente información.

Intimidar a Marruecos

El diario socialista Al Litihad al Ichtiraki se preguntaba ayer sobre "en qué marco debemos colocar esta visita", y señalaba que "los militares españoles han procedido a la evaluación de las implicaciones del tratado libio-marroquí para España", que "éste será debatido en el Parlamento español", que el Estado español refuerza su capacidad de defensa de Ceuta y Melilla, y citaba los misiles Roland recién adquiridos y el proyecto de construcción de un aeropuerto en Ceuta.

"Aunque no podemos apresurarnos a formular juicios", señalaba el diario socialista, "algo hay detrás de esta movilización militar española que puede considerarse como parte de los preparativos para establecer las grandes líneas de un plan militar que puede tener como objetivo intimidar a Marruecos, que reivindica desde siempre esas dos ciudades marroquíes, para mantener su ocupación de Ceuta y Melilla".

El diario comunista Al Bayane, publicaba ayer en primera plana las declaraciones del destituido capitán general de Zaragoza, teniente general Álvarez Zalba, bajo el título de Escandalosas declaraciones de un oficial de la más alta graduación del Ejército español. A pesar de considerar estas declaraciones como "inoportunas en vísperas de la visita de Narcís Serra", Al Bayane afirmaba que, "no obstante, no se puede ignorar que han sido hechas por un militar en activo, comandante además de una región militar. "Para nosotros", concluía el diario comunista, "este asunto es muy grave, ya que no hace más que confirmar públicamente posiciones discretas, pero ampliamente extendidas, al otro lado del Estrecho".

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