El Gobierno libanés da orden al Ejército de hundir a los barcos que descarguen en puertos ilegales
Para acabar con el contrabando e intentar impedir la primera crisis económica que amenaza al país en 10 años de guerra, el Gobierno de Unión Nacional de Líbano decidió nada menos que autorizar a su Ejército y a su aviación a hundir a los barcos que descarguen sus mercancías en los puertos ilegales, diseminados a lo largo de la costa libanesa.
La existencia de estos 12 puertos, a veces simples embarcaderos, carentes de administración de aduanas, privan al Estado de unos ingresos anuales evaluados en 690 millones de dólares (120.000 millones de pesetas), casi el doble del déficit presupuestario.Los cinco puertos legales proporcionan, en cambio, cada vez menos dinero a las arcas estatales: 260 millones de dólares durante los nueve primeros meses de este año, 684 menos que durante el mismo período de 1983.
A lo largo de 10 años de guerra civil, Beirut dejó de ser la primera plaza financiera de Oriente Próximo, pero, gracias a los puertos privados, se convirtió, en cambio, en un segundo Hong Kong, donde el tabaco rubio americano cuesta menos de la mitad que en España, y los vídeos son un 40% más baratos.
Todas estas mercancias se comercializan no sólo en Líbano, sino en paises circuindantes, como Siria, y hasta el propio Israel ha sufrido del estraperlo libanés tras su invasíóndel país de los cedros, en 1982.
Es, sin embargo, harto improbable que, a pesar del daño que causan a la Hacienda pública, el Gabinete de unión logre acabar con los puertos ilegales, porque están generalmente en manos de poderosas milicias, cuyos representantes forman parte del Gobierno y que disponen de un armamento más abundante y mejor que el Ejército regular.
La medida, anunciada el sábado por el Gobierno, tiene, más bien, un impacto psicológico con el que se pretende deniostrar su determinación a hacer frente a una crisis económica sin precedentes, caracterizada, por el hundimiento de la libra libanesa, que en dos meses de relativa, tranquilidad se ha devaluado más frente al dólar -entre un 50% y un 18%, según los días- que en ocho años de guerra.
En un país en el que todo se importa, los precios se han, lógicamente, disparado, y con cierto sentido del humor el ex primer ministro Takieddin Solh comentaba que "es posible librarse de las balas o de las bombas refugiándose en un sótano, pero nadie puede librarse de la depreciación de la libra".
¿Por qué ha tardado casi 10 años la moneda libanesa en empezar a devaluarse? Porque por primera vez los libaneses pagan su propia -guerra con 1.000 millones de dólares gastados por el Estado para la compra de armamento, mientras los palestinos, expulsados de Beirut, no gastan ya alegremente en Líbano el caudal de dinero que les entregan otros países árabes.
Déficit
Por primera vez en la historia de Líbano la balanza de pagos acusó en 1983 un déficit de 750 millones de dólares, que este año se incrementará, según las estimaciones, en casi 500 millones más, porque la recesión en el golfo Pérsico provoca una disminución de las remesas de emigrantes, y los países árabes se resisten a pagar las ayudas acordadas. Libia y Argelia, recientemente visitados por el presidente Amin Gemayel, deben entre los dos 456 millones de dólares a Libano.Por si esto fuera poco, y a falta de oportunidades de inversión, las instituciones financieras privadas aprovechan la hasta ahora total libertad de cambios para especular con sus depósitos e incrementar sus beneficios mientras el banco central se esfuerza por enderezar la cotización de la libra gastándose un, promedio de más de 1,5 millones de dólares al día.
Las reservas de divisas del Banco de Líbano han disminuido de 2.000 a 600 millones, con lo que aún podrá seguir interviniendo en el mercado durante un año más. Después, si no se cambia de política económica, y sobre todo si no se estabiliza la paz, será necesario echar mano del oro, cuyas reservas son, no obstante, proporcionalmente las más elevadas del mundo.
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