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Masiva manifestación en el entierro del joven, muerto en Gijon en la movilización contra la reconversión naval

Una multitudinaria manifestación de duelo acompañó ayer al cadáver de Raúl Losa García, el estudiante de 19 años muerto el martes en Gijón durante una movilización del sector naval, desde la parroquia de la Resurrección hasta el cementerio de Seares, donde recibió sepultura a las 18.45 horas, en medio de una fuerte lluvia. El presunto homicida, un viajante de joyería que le disparó con un revólver cuando un grupo de manifestantes intentaba utilizar el coche de su propiedad para levantar una barricada, fue trasladado ayer por la mañana, por razones de seguridad, a la prisión de León. En Bilbao volvieron a reproducirse violentos incidentes protagonizados por los trabajadores de los astilleros, que ayer quedaron paralizados.

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En Gijón, al término del funeral por el joven muerto, se leyó una carta de condolencia enviada por el arzobispo de Oviedo y presidente de la Conferencia Episcopal española, Gabino Díaz Merchán, quien, tras expresar su condolencia por lo ocurrido, pide "a todos los cristianos y hombres de buena voluntad una reflexión para seguir buscando caminos de convivencia ciudadana que, por una parte, promueva infatigablemente la justicia siempre necesaria y, por otra, encuentre cauces personales e institucionales para evitar los medios violentos y hallar soluciones posibles a los graves conflictos que sufre el pueblo de Gijón", informa Miguel Somovilla.Durante la jornada de ayer Gijón su actividad normal, que había estado completamente paralizada el día anterior por la huelga general. No obstante, el paro fue total ayer en los astilleros. A las 16.OO horas había ya una gran concentración ante el número 38 de la calle Magnus Blikstad, frente al domicilio de la familia de Raúl Losa. El funeral, que comenzó poco después de las cinco de la tarde, se desarrolló en un clima de tensión contenida y de serenidad.

En Bilbao, la jornada de protesta de los trabajadores del sector naval estuvo nuevamente presidida por violentos enfrentamientos contra la policía, si bien el número de participantes directos en las permanentes escaramuzas -ayer por espacio de más de cinco horas- es cada día más reducido, informa Patxo Unzueta. La mayoría de los 2.436 componentes de la plantilla de Euskalduna se mantuvieron ayer, en actitud de paro, dentro de la factoría, mientras que una minoría protagonizaba incidentes similares a los de los días anteriores.

Así, desde primera hora de la mañana fue interrumpido el acceso a Bilbao por ferrocarril desde los pueblos de la margen izquierda de la ría del Nervión mediante la colocación de barricadas en la vía férrea, a la altura del parque Iturriza, en las inmediaciones de la factoría de Euskalduna.

Lanzamiento de botellas

La policía, que había preparado un dispositivo especial, con participación de varias tanquetas, impidió, sin embargo, que se reprodujese el colapso automovilístico de los días anteriores, controlando la zona del puente de Deusto, pese a que fueron lanzadas contra la Fuerza Pública allí estacionada varias botellas con líquido inflamable.

Tras leves escaramuzas, el escenario de los enfrentamientos se trasladó a la zona de la plaza del Sagrado Corazón, colindante con otra de las entradas del astillero. Los trabajadores, o un sector de ellos, se hicieron fuertes en el edificio que alberga las oficinas de la compañía. Con ayuda de una manguera que lanzaba agua a gran presión, los manifestantes mantuvieron a distancia a la policía, que replicó lanzando pelotas de goma desde el otro extremo de la plaza. Decenas de cristales del edificio saltaron hechos añicos.

División sindical

La situación se prolongó hasta pasadas las 13.OO horas con permanentes escaramuzas. Los trabajadores, que se habían hecho fuertes en las oficinas, utilizaron tiragomas para lanzar contra la policía bolas y tuercas de acero. Un agente resultó herido de cierta consideración al ser alcanzado de lleno por uno de esos proyectiles.

La creciente radicalización de las acciones desarrolladas en los últimos días por un sector de los trabajadores de Euskalduna está produciendo un principio de división tanto en el comité de empresa como en la propia asamblea. El comité está compuesto por: ocho delegados de ELASTV, seis de CC OO, seis de UGT, uno de USO y dos de la candidatura radical UT, integrada por el sindicato abertzale LAB y otros sectores.

Esta última candidatura entregó ayer a la prensa un escrito en el que se arremetía contra Felipe Robledo, delegado de CC OO, que en unas declaraciones publicadas ayer mismo en la prensa local había hablado, en relación a los incidentes de la víspera, de "métodos del más puro estilo fascista" protagonizados por "la izquierda abertzale, y sobre todo, la derecha nazi, reagrupada en el colectivo Euskotarrak".

En Vigo, un gran despliegue de efectivos policiales frustró la intención de los trabajadores del sector naval que pretendían encerrarse durante el día de ayer en las delegaciones y direcciones provinciales de ministerios y consejerías relacionados con la reconversión.

Desde primeras horas de la mañana la Policía Nacional custodiaba todas las entradas de estos organismos para impedir el acceso masivo de los trabajadores a su interior, informa María José Porteiro.

Cerca de 500 operarios del naval, fundamentalmente de Ascon y Vulcano, que son los astilleros más afectados por la crisis de este sector en Vigo, acudieron a la llamada de CC OO y de la Intersindical.

La policía permitió entrar a una delegación de trabajadores, constituida por cinco representantes de CC OO y cinco de la INTG, que hicieron entrega al delegado de un documento contra la reconversión naval y le manifestaron su protesta por la fuerte presencia de policías nacionales.

Coincidiendo con esta movilización ha tenido lugar la detención de Antonio Sangabriel, conocido militante de CC OO y miembro del comité de empresa de Vulcano por su presunta participación en los disturbios del pasado martes, cuando trabajadores del naval quemaron un autobús e impidieron posteriormente el paso al coche de bomberos.

Asimismo, trabajadores de las factorías de Puerto Real y Cádiz de Astilleros Españoles y Construcciones Aeronaúticas (CASA), de Cádiz, se manifestaron conjuntamente al mediodía de ayer por la principal avenida de la capital. Un policía nacional sufrió contusiones leves en el curso de la manifestación.

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