Las petroquímicas españolas comienzan a ganar dinero después de tres años de fuerte crisis

La industria petroquímica española ha comenzado a ganar dinero -y bastante- en la primera mitad de 1984, después de haber pasado una fuerte crisis que en los últimos tres años forzó al sector a adoptar en solitario un plan interno de reconversión y racionalización de sus actividades. La recuperación del sector petroquímico, se ha visto favorecida por la reactivación de la economía de las naciones industriales, especialmente la norteamericana, a lo que se ha unido un amplio esfuerzo exportador de productos hacia mercados de varios países en desarrollo, entre ellos México, Argentina y China.

Los resultados más llamativos han sido registrados este año por las cuatro empresas petroquímicas participadas del grupo Empresa Nacional del Petróleo. (EMP), aunque también Dow Chemical y ERT, según fuentes solventes, han mejorado apreciablemente su cuenta de resultados. En total, el volumen de beneficios de las cuatro sociedades participadas por EMP (Alcudia, Calatrava, Montoro y Paular) alcanza la cifra de 3.000 millones de pesetas en los nueve primeros meses del año, con una distribución de 1.220 millones, 7410,600 y 220 millones respectivamente.Estas cifras, según expertos en el sector, eran absolutamente impensables hace un par de ejercicios, precisamente en el grupo EMP, que con excepción de una de las sociedades, arrojó pérdidas globales en sus actividades petroquímicas.

Crisis general

El problema de la industria petroquímica española se deriva de la profunda crisis que en los últimos años ha afectado a toda Europa, como consecuencia, fundamentalmente, de la caída registrada en la demanda de sus productos. Un exceso de sobrecapacidad para un mercado cada vez más estrecho y la aparición de nuevos competidores en Oriente Próximo (principalmente en Arabia Saudí), que obtienen sus productos del gas excedentario de la exploración petrolífera, ha obligado a las empresas de Europa Occidental a eliminar capacidad excedentaria y a adoptar férreos planes de ajustes funcionales y financieros.Según fuentes del sector, el año 1984 puede suponer el despegue de esta industria, al menos en España, siempre que el objetivo de la misma persiga la diversificación de su oferta y la fabricación de productos que dispongan de un mayor valor añadido. Con todo, expertos del sector advierten que a lo largo de los últimos meses se ha producido lo que parece ser una ligera inflexión la baja en las expectativas de resultados, que muy bien podrían estancar de nuevo su actividad.

Pero por el momento la situación parece ser buena y los datos de los nueve primeros meses suponen no sólo la eliminación de los números rojos de los pasados dos años, sino también unos beneficios que superan en algunas sociedades su capital social.

La exportación

Dentro de este contexto, uno de los mayores esfuerzos del sector se está materializando en los contratos de exportación. Según fuentes del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), el holding petrolero público ha iniciado una serie de contactos con países selectivos, orientada a conseguir acuerdos de intercambios de productos por crudo. Allí donde se pueda, caso reciente de EMP y Pemex, la estrategia del grupo ha sido disponer de su capacidad de compra de petróleo, en lo que respecta la cuota de libre disposición, para llegar a compromisos de venta de productos terminados.