El vía crucis de la negociación

Aún no está garantizado que la CEE logre llegar a un acuerdo mañana para presentar un minipaquete de ofertas a España que incluya asuntos sociales, aceite de oliva y altos aranceles, pero la presión política lleva a ello. Dados los equilibrios de intereses entre los diez, estas ofertas vendrán como un todo o como un nada, y podrían verse acompañadas de un documento en el capítulo pesquero y algunas aperturas en siderurgia.

Desarme arancelario industrial. La postura comunitaria se ha complicado con la exigencia de Italia (Fiat) y Holanda (que cuenta con una cadena de montaje de Volvo) para abrir el mercado español a los automóviles comunitarios, ya sea ampliando los posibles contingentes arancelarios de importación en España y sobre todo asegurando su buena gestión, o yendo a una reducción acelerada (entre cuatro y siete años) de sus aranceles. Londres, presionado por sus sindicatos, exige la solución de este tema para sacar adelante el resto.

En cuanto a los otros altos aranceles, la CEE está dispuesta a reducir la lista de productos afectados para un desarme acelerado en cuatro años de la parte superior a un 20% o 24%. El comisario Etienne Davignon propondrá además que la CEE se pronuncie ya por un desarme arancelario general en siete años, pero aún no lineal, pues ésta es una baza de negociación para más adelante.

Aceite de oliva. La introducción de techos de producción es una querella entre Londres y Bonn por una parte y Roma y Atenas por otra. Ésta quiere compensaciones financieras y económicas paralelas en el marco de los programas mediterráneos integrados.

Vino. De nuevo será tratada, entre los titulares de Agricultura de los diez, la introducción de techos de producción en toda la CEE, que exige Francia antes de concluir las negociaciones con España. Pero Italia, aunque aislada, se niega tajantemente a aceptar esta propuesta.

Agricultura. La situación permanece estancada, con debates entre los diez sobre las concesiones a hacer y sobre todo el "equilibrio de sacrificios" entre los productos continentales y el sector hortofrutícola. España ha presentado una justificación de sus sensibilidades en materia continental (lácteos, cárnicos, azúcar, algunos cereales, etc.). Hasta el momento, esto no forma parte del minipaquete, aunque podría haber sorpresas.

Pesca. Los países con mayores intereses pesqueros -Francia, Irlanda, Reino Unido, República Federal de Alemania (RFA) y Dinamarca- proponen un régimen de transición de ocho años prorrogables hasta el año 2000, con licencias para la pesca española en aguas comunitarias. Los otros países -con Holanda a la cabeza- quieren un período más corto. Los derechos de pesca españoles quedarían integrados en las cuotas comunitarias, con un crecimiento del número de nuestras licencias. En cuanto a la ayuda preadhesión de 28,5 millones de ECU (3.600 millones de pesetas) para un desguace en 1985 equivalente a 50.000 toneladas, se plantea el problema de incluirlo en un presupuesto de la Comunidad en el que los fondos están agotados. Si hay oferta en materia pesquera, el peligro reside en que Portugal la acepte y España se quede aislada.

Siderurgia. La CEE proponía mantener las exportaciones siderúrgicas españolas hacia los diez con las actuales restricciones durante cuatro años tras la adhesión, ya que el plan de reconversión español irá más allá de 1986. Davignon y Solchaga han estado buscando una fórmula alternativa original para la integración de la siderurgia española en dos fases, que podría quedar planteada el lunes.

Asuntos sociales. El compromiso de la CEE ya se ha plasmado, aunque su presentación depende del resto del paquete. En materia de prestaciones familiares, durante siete años los emigrantes españoles en la RFA se verán discriminados con respecto a otros comunitarios al aplicárseles el criterio de la residencia. La CEE se compromete a armonizar esta cuestión en el curso del período transitorio.

Instituciones. La CEE podría contestar el martes rechazando las contrapropuestas españolas tendientes a ampliar su participación en algunos órganos y foros comunitarios.

Canarias. En general favorables a las tesis españolas. El archipiélago quedaría como territorio de la Comunidad pero fuera de la unión aduanera, de la política agrícola común y de la pesquera, además de quedar exento de la introducción del IVA. Canarias no contribuirá al presupuesto de la Comunidad. A cambio, se estima que hay que aplicar estrictamente las reglas de origen, lo que puede tener consecuencias en las exportaciones de tabaco.