El capítulo pesquero, uno de los grandes escollos entre España y la CEE

ANDRÉS ORTEGAEl incidente de anteayer reveló la presencia de pescadores españoles en una zona que, si no históricamente, sí les está legalmente cerrada: unas 50 millas alrededor de la República de Irlanda, extensión en la cual algunos pesqueros de la CEE faenan bajo licencia. La CEE está preparando una nueva oferta pesquera que presentar a España en este capítulo, que es de los grandes escollos de la negociación.

Los objetivos fundamentales de la Comunidad son, por una parte, reducir la capacidad pesquera española y, por otra, disciplinar las actividades de los españoles en aguas comunitarias.

Según unas recientes estadísticas de la Comisión Europea (órgano de gestión en la CEE) referidas a los países que no son miembros del Mercado Común, España se sitúa a la cabeza de las infracciones cometidas en aguas comunitarias. En 1982, de 388 infracciones en aguas francesas, 81 correspondían a barcos españoles; de 47 en aguas irlandesas, 32 eran españolas, y de ocho en aguas británicas, todas eran españolas. En 1983, de 624 infracciones en aguas francesas, 116 corresponden a barcos españoles; en 61 infracciones en aguas irlandesas, estaban implicados 58 pesqueros españoles, y de cuatro infracciones en aguas británicas, dos eran españolas.

La CEE teme el potencial de la flota española, que, con más de 700.000 toneladas de registro bruto, representa un 70% de la flota de los diez. A pesar de esta disparidad, la flota de la Comunidad pescó cinco millones de toneladas en 1981, frente al millón de toneladas de pescado los españoles.

La oferta en curso de elaboración, y que debatirán los titulares de Asuntos Exteriores de los países comunitarios el lunes en Luxemburgo, prevé una primera ayuda, de 3.600 millones de pesetas, para empezar en 1985, como ayuda preadhesión, a acelerar el desguace de barcos españoles de más de 12 metros.

Las posibilidades de pesca española en aguas de la CEE se han reducido -aplicando un rígido principio de regresividad- desde 1980, en que se firmó el acuerdo marco hispano-comunitario. En 1980, España tenía derecho a pescar unas 12.870 toneladas de merluza (en años anteriores se llegó hasta más de 40.000 toneladas), que en 1984 han quedado rebajadas a 8.900 toneladas, junto con otras restricciones paralelas. La pesca española en aguas de la Comunidad representa un 10% del total de las capturas españolas.

Los diez han descubierto que era más interesante pescar ellos y vender a España. En 10 años, las importaciones en España de pescado comunitario han aumentado en un 100%.

"El incidente no va a tener repercusiones en las discusiones que tengamos los diez el lunes sobre el capítulo pesquero, pues ese tema está suficientemente complicado como para complicarlo más con otros factores", manifestó ayer en Bruselas una fuente próxima a la Presidencia de turno irlandesa del Consejo de Ministros de la CEE.

"Cada Gobierno dirá lo que tiene que decir, en una dimension bilateral", anadió.