El Gobierno español planteará al de Francia su inquietud sobre la negociación con la CEE

La cuarta cumbre ministerial hispano-francesa comienza hoy en el palacio de Pedralbes, de Barcelona, en un clima sensiblemente más relajado y de normalidad que las anteriores, según coinciden fuentes de ambos países. En cualquier caso, por parte española quedan las dudas, expresadas recientemente por Felipe González en su carta a los diez, de que la adhesión de España a la CEE pueda producirse en la fecha prevista del 1 de enero de 1986.

Fuentes diplomáticas francesas subrayan que las cuestiones relacionados con la Comunidad Económica Europea tendrán en esta reunión menos protagonismo que en la anterior -la de febrero de este año, celebrada en Rambouillet, en las cercanías de París-, ya que entonces Francia desempeñaba la presidencia de turno de la CEE y en el momento de celebrar esta cumbre de Barcelona es sólo un miembro más.En lo que oficialmente se llama Seminario ministerial hispano-francés -al que, coloquialmente, algunos de sus asistentes han denominado tertulia-, hoy iniciarán sus dos días de reuniones en Pedralbes los ministros españoles de Asuntos Exteriores, Fernando Morán; de Economía y Hacienda, Miguel Boyer; de Industria y Energía, Carlos Solchaga; de Agricultura, Pesca y Alimentación, Carlos Romero, y el secretario de Estado para Asuntos Comunitarios, Manuel Marín, con los titulares de los ministerios franceses de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson; Asuntos Europeos, Roland Dumas; Finanzas, Pierre Beregovoy; Industria y Comercio Exterior, Edith Cresson, y Agricultura, Michel Rocard.

El seminario comenzará al mediodía con un almuerzo en Pedralbes, al que seguirá una reunión plenaria. Luego, cara a cara, asistidos por un técnico cada uno de ellos y sin el auxilio de intérpretes -ya que todos se entienden en francés-, los ministros de cada rama se reunirán por separado. La primera jornada concluirá con la cena que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ofrecerá esta noche a los diez ministros. Mañana comenzarán los trabajos a las nueve y media de la mañana y se espera que concluyan antes del almuerzo, al que serán invitados, en el mismo palacio de Albéniz, por el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall.

Temas de interés

Como de costumbre, no existe una agenda formal, sino que cada participante sacará a relucir los temas que más le interesan. Morán y Cheysson hablarán -según se pronosticaba ayer en círculos diplomáticos de ambos países- sobre Centroamérica y el diálogo de Contadora, los problemas financieros de Latinoamérica y las relaciones Este-Oeste, y aludirán probablemente a la cooperación hispano-francesa sobre terrorismo, ya bastante avanzada al haberse efectuado, desde la pasada cumbre de Rambouillet, las primeras extradiciones de etarras.

Reuniones comunitarias

Cheysson y Morán se han visto ya varias veces en el último mes, aprovechando su coincidencia en Nueva York y en San José de Costa Rica, lo que hará su diálogo aún más fluido. Morán planteará también a su homólogo la "inquietud" manifestada recientemente por el Gobierno español sobre la marcha de las negociaciones de adhesión a la CEE. La próxima semana, precisamente, se celebrarán una reunión ministerial de la Comunidad Económica y una nueva sesión negociadora con España. Este asunto será también repasado en los encuentros de hoy y mañana entre Dumas y Marín.Los ministros técnicos franceses pondrán probablemente sobre el tapete el déficit de su país en la balanza comercial bilateral, que es de más de un 30% y alcanza casi el 80% en algunos capítulos, como el de productos agroalimentarios.

Ayer se esperaba también que se planteen los deseos de Francia de facilitar la introducción en España de sus empresas especializadas en electrónica y alta tecnología, interés que comparten también las empresas de este tipo de Japón, Italia, Estados Unidos y la República Federal de Alemania, que piensan en las posibilidades que obtendrán de la entrada de España en la CEE.