Desinterés de la Generalitat por poner en marcha el tribunal de cuentas de Cataluña

El desinterés del Ejecutivo catalán en el proceso de desarrollo de la Sindicatura de Cuentas de Cataluña está produciendo en la práctica la inoperancia de este organismo encargado de ejercer la fiscalización financiera y contable del sector público de la comunidad autónoma. La Sindicatura (equivalente en Cataluña al Tribunal de Cuentas del Reino) fue instituida a finales de febrero pasado por una ley específica del Parlament, y los síndics de comptes tomaron posesión de sus cargos a mediados del mes de julio.Círculos políticos solventes consultados por este diario aseguran que el Gobierno Pujol trata de mantener a esta institución en una dulce inactividad el mayor tiempo posible, evitando parcialmente o retrasando globalmente el control del gasto de la Generalitat y de sus organismos.

Para ello intenta, por un lado, aislar a los síndicos nombrados a propuesta del Partit dels Socialistes de Catalunya, de quienes el Ejecutivo espera las posturas más rígidas y decididas. Por otra parte, no facilita el despliegue de la Sindicatura, amparándose -como hizo el conseller de Finanzas, Josep Marla Cullel, con ocasión de una reunión de la parte catalana de la Comisión Mixta de Valoraciones- en argumentos de austeridad y reducción del gasto público. La actual situación ha generado un evidente malestar en el seno de la Sindicatura.