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Reportaje:LA RIOJA

Pajares, un pantano para el siglo XXI que comenzó a proyectarse en 1929

El embalse de Pajares -que abastecerá a Logroño-, una costosa obra de ingeniería cuyos primeros estudios datan de 1929, por fin podrá iniciarse antes de terminar 1984, después de un largo proceso de negociaciones con los afectados, que se han mostrado reacios a abandonar sus hogares y están disconformes con algunas condiciones de la expropiación. Las nueve familias que residen hoy todavía en la aldea de Pajares han comenzado la cuenta atrás antes de anadonar definitivamente, por causa del nuevo pantano, las casas en las que vivieron durante generaciones.

El acuerdo logrado finalmente con la mayor parte de las 187 familias afectadas por la construcción del embalse -junto a la expropiación forzosa y urgente iniciada en dos o tres casos-, ha dejado libre el camino para el comienzo de las obras, que pueden durar de tres a cuatro años, con un coste que se acerca a los 2.000 millones de pesetas. El pantano está pensado para cubrir las necesidades de consumo humano y agua potable para Logroño y para los municipios situados en la cuenca del río Iregua hasta pasado el año 2000, con una previsión de que la población actual se duplique para esa fecha. Se plantea además la posibilidad de dedicar el agua sobrante para poner en regadío entre 2.000 y 3.000 hectáreas de terreno.

Pajares quedará totalmente sumergido bajo las aguas del embalse, al igual que la parte baja de la aldea de San Andrés, habitada ahora por 15 familias.

Un millón de pesetas por el abandono de la vivienda, 350.000 pesetas por la pérdida de su actividad, 100.000 por hijo mayor y 75.000 por esposa es la indemnización fijada por el Estado para tras ladar su residencia. Además, el Instituto de Promoción Pública de la Vivienda (IPPV) va a financiar la construcción de una nueva casa unifamiliar en la cabecera del municipio, Lumbreras, con un crédito del 5% a 25 años. Las condiciones, sin embargo, no son tentadoras para una población envejecida que hubiera preferido permanecer en sus viejas casas de piedra y en las tierras que siempre ha trabajado.

Menos expropiaciones

El proyecto de construcción del embalse de Pajares, que va a tener una capacidad de 35 hectámeros cúbicos, fue autorizado en 1974, aunque posteriores dificultades retrasaron su realización. El actual Gobierno regional, más partidario de pequeños pantanos de cabecera que de proyectos ciclópeos de elevado coste y mantenimiento, ha culminado las negociaciones con los afectados, que se encontraban estancadas, reduciendo al mínimo el número de expropiaciones forzosas. Sin embargo, destacados miembros del Ejecutivo riojano han señalado de forma privada que hubieran sido partidarios, de otro tipo de proyectos "menos megalómanos" que el de Pajares, ya que con una inversión parecida se hubieran podido solucionar problemas hidráulicos en varias zonas de La Rioja, región esta que necesita una regulación en la mayor parte de los ríos que la cruzan. El embalse de Pajares ocupará 161,74 hectáreas de terreno al pie mismo del puerto de Piqueras, en la ladera norte de la sierra Cebollera, y será tributario del río Iregua por su margen derecha. Se le calcula una aportación media anual de la cuenca de 49,60 hectómetros cúbicos y una máxima avenida de 350 centímetros cúbicos por segundo. Situado a 1.170 metros de altitud, la presa que se va construir tendrá una altura de 68 metros, con una coronación recta de 454 metros, una anchura de coronación de 11 metros y un aliviadero de los llamados de labio fijo.

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El Consejo de Gobierno de La Rioja ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Ebro la expropiación por vía de urgencia de los terrenos que ocupará el embalse, y se considera que para finales de octubre puede quedar resuelto el expediente, con lo que se sacarían a subasta antes de finales de este año las obras del que será el mayor pantano de La Rioja.

Paralelamente a estos trámites se van construyendo en Lumbreras pabellones ganaderos, viviendas y obras de infraestructura para los nuevos vecinos, a los que ICONA cederá 50 hectáreas roturadas para pastos.

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