La banca perdió el 'pulso' con el Tesoro en el precio de los pagarés

La Dirección General del Tesoro aceptó ayer, en la subasta de pagarés, 95.000 millones de pesetas de los 511.514 millones ofrecidos por instituciones financieras y particulares, con una reducción de los tipos de interés sobre la subasta anterior y renunciando a vender pagarés a la banca privada que había apostado de forma decidida por unos tipos de interés bastante más elevados. El Banco de España, a su vez, ofreció pagarés a corto plazo, con pacto de recompra, a un precio 0,25 puntos por debajo del miércoles y el precio del dinero en el mercado interbancario acabó tomándose al 5%, muy por debajo de lo ocurrido en días anteriores.

El pulso que la banca, a través de la Asociación Española de Banca Privada (AEB), ha lanzado al Tesoro para entablar negociaciones de cara a la consolidación de los pagarés que vencen a partir del mes de enero y que alcanzan una cifra de casi dos billones de pesetas, ha sido ganado, en el primer asalto, por la Administración que se ha mostrado firme a la hora de proseguir su apoyo al descenso de los tipos de interés de la financiación del déficit publico, cuestión considerada como prioritaria por la propia banca cuando justificó la rebaja de los tipos preferenciales de sus créditos y anunció una baja en la retribución de los depósitos de los ahorradores.

Posición unitaria

El planteamiento de algunos representantes de los grandes bancos, al justificar una posición unitaria de todo el sector a la hora de acudir a la subasta de pagarés a 18 meses de amortización, era que el Estado tiene que renegociar en los próximos meses cerca de dos billones de pesetas en pagarés que, en, su momento, fueron suscritos por bancos y cajas de ahorro al 15,75%, dentro de los acuerdos alcanzados entre Rafael Termes, presidente de la AEB, y el Banco de España en el mes de septiembre de 1983. Esta consolidación debería, en opinión de estos bancos, realizarse de forma paralela y mediante una negociación directa entre el Banco de España y la banca de cara a que una menor remuneración de estos pagarés no incida directamente sobre su cuenta de resultados. Por ello decidieron ofertar todos al mismo tipo de interés y claramente por encima de lo que el Tesoro quería aceptar como precio. Alfonso Escámez, presidente del Banco Central, señaló ayer en Barcelona que la caída de los tipos de interés depende ya, solamente, de los éxitos que cada economia consiga en la lucha contra la inflación. La Direccion General del Tesoro y el propio Banco de España consideran que la etapa de la negociación forzada por falta de instrumentos terminó desde el mismo momento en que está a punto de aprobarse la ley del coeficiente de inversión en el que se fija un coeficiente monetario a cubrir con pagarés del Tesoro. Estos pagarés deberán comprarse a precios establecidos por el mercado, que apuntan, dentro de las directrices de política económica del Gobierno, a la baja claramente desde hace meses.

La subasta de ayer es muestra de ello y, de los 511.514 millones de pesetas ofertados, el Tesoro sólo aceptó 95.067 millones de pesetas.

La cantidad ofrecida se dividía en una gran oferta a 18 meses de amortización que totalizaba más de 480.000 millones de pesetas, sobre todo de bancos y una cantidad sustancialmente menor a un año de plazo.

El Tesoro aceptó más de 74.000 millones de pesetas en pagarés a 18 meses, con un tipo marginal del 14,006% y un tipo medio del 13,612% -dejando fuera a las peticiones de los bancos- y vendió pagarés a un año por valor de casi 21.000 millones de pesetas a precios más bajos que en la subasta de hace 15 días. La cantidad de dinero ofrecida -casi medio billón de pesetas- da una idea de la liquidez existente en el sistema. Fuentes de la Administración han señalado que el posible crecimiento de la masa monetaria por encima de las previsiones no preocupa en exceso ya que apenas si hay demanda de crédito privada y, a primeros de noviembre, tiene que producirse el pago de impuestos, lo que drenará liquidez.

Para apoyar la baja de los tipos de interés, el Banco de España bajó en 0,25 puntos el precio de los pagarés ofrecidos con pacto de recompra a las instituciones financieras y el dinero en el mercado interbancario bajó al 5%. Las pérdidas en tesorería en que pueden haber incurrido algunos bancos por quedarse sin pagarés pueden ser altas, aunque algunas instituciones consideran que han perdido la batalla pero no la guerra.