Las malas relaciones de Bueno

La lucha por el poder en Alianza Popular tiene su más fiel exponente en Cataluña, donde el partido que dirige Eduard Bueno mantiene un permanente enfrentamiento con los dirigentes de la organización más vinculados a la patronal Fomento del Trabajo Nacional. En amplios sectores de la patronal catalana es fácil advertir con regularidad un malestar por el vacío que se produce en AP de Cataluña ante sus iniciativas sociales y "la persecución" que se practica de los hombres de Fomento en el partido.Las relaciones de Bueno, candidato de la Coalición Popular a la presidencia de la Generalitat en las pasadas elecciones autonómicas y presidente en funciones del partido en Cataluña, con muchos empresarios bien situados en la organización del Fomento son casi inexistentes. "Bueno no es un contertulio habitual de Alfredo Molinas (presidente de Fomento)", manifestó ayer una fuente de la patronal. Para los empresarios más críticos con Bueno, el papel de este último ante la patronal es menor y se convierte en "un dirigente ignorado a la hora de adoptar soluciones".

Sólo en este clima de deterioro en las relaciones entre el partido y la patronal es posible entender el expediente de expulsión del partido que la dirección catalana ha abierto a Alexandre Pedrós, candidato de AP a la alcaldía de Barcelona y asesor de la patronal catalana. 0 las advertencias al diputado Eduardo Tarragona, un hombre de toda confianza de Alfredo Molinas, para que modere sus críticas a la dirección de AP en Cataluña. Pedrós, con el apoyo tácito de muchos dirigentes de Fomento, había puesto en marcha durante los últimos meses una plataforma de "renovación del partido". Aunque el apoyo de cargos públicos era aún incipiente, el foco de oposición a la actual dirección contaba con el respaldo, en mayor o menor medida, de varios diputados en las Cortes, parlamentarios autonómicos, concejales del partido en varios ayuntamientos y militantes de comarcas.

La proximidad del congreso regional de Alianza Popular de Cataluña, previsto para el mes de enero, no es ajena a la crisis de dirección que padece el partido de Manuel Fraga en Cataluña. Bueno, que pretende optar a la reelección, es un empresario vinculado económicamente al vicepresidente Abel Matutes, a través del cual entró en AP. Pese a que lleva ya desembolsados más de 50 millones de pesetas en el partido, Bueno no encontrará un Paseo triunfal en el congreso, aunque ha sido apoyado por Madrid y particularmente por Jorge Verstrynge.

En la actualidad, el relevo de Bueno en la dirección de la política aliancista en Cataluña se considera prácticamente impensable, aunque se alzan voces que afirman que el acercamiento del partido a la dirección de Fomento es difícil, dada "la actitud de prepotencia de Bueno". Estos sectores más pactistas, vinculados de una u otra manera a la patronal, son los que defienden que a Pedrós se le imponga una sanción simbólica de tan sólo tres meses de suspensión de militancia.