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CONVERSACIONES POR LA PAZ

El encuentro en la Casa Blanca ni siquiera fue anunciado por la Prensa soviética

Pilar Bonet

Los medios de comunicación soviéticos ignoraban totalmente hasta ayer la entrevista que debía celebrarse entre el presidente norteamericano, Ronald Reagan, y el ministro de Asuntos Exteriores de la URRS, Andrei Gromiko, cuyo discurso ante la Asamblea de la ONU no ha sorprendido a observadores europeos occidentales destacados en Moscú.El discurso de Gromiko en Nueva York fue emitido por la agencia oficial Tass en diferentes versiones (íntegra, resumida y desglosada por temas). El diario Pravda, órgano oficial del Partido Comunista de la URS S, dedicaba más de una página de su sección de internacional a reproducir la intervención. En portada, sin embargo, aparecían las alocuciones del ministro de Defensa, Dimitri Ustinov, y del secretario general, Konstantín Chernenko, con motivo de la condecoración de éste con la Medalla de Oro de la Hoz y el Martillo.

Algunas de las palabras pronunciadas por Chernenko en sus frecuentes intervenciones públicas de esta semana (entrevista con el primer ministro de Finlandia, Kalevi Sorsa, alocución a la Unión de Escritores y ceremonia de condecoración) han servido en algunos medios para alimentar la idea de una mayor flexibilidad soviética.

Para veteranos observadores en Moscú estas esperanzas resultan exageradas y están basadas en frases sacadas fuera del contexto. En opinión de estas fuentes, las palabras de Gromiko en la ONU son plenamente coherentes con la línea de la política exterior soviética. Al frente de ésta se encuentra Gromiko, interlocutor hasta ayer de todos los presidentes estadounidenses desde Roosevelt.

La agencia soviética Tass tuvo ayer comentarios elogiosos, aunque cautos, para el candidato demócrata a la presidencia norteamericana, Walter Mondale, quien conversó con Gromiko en Nueva York. "Algunas ideas expuestas por Mondale sobre una mejora de las relaciones entre EE UU y la URSS, en el caso de ponerse en práctica en la política de Washington, abrirían algunas posibilidades de acercar los puntos de vista de las dos potencias y también de ulteriores acuerdos sobre reducción de armamentos y desarme, especialmente en el terreno de las armas nucleares".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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